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No olvido tu misterio
en las calles amadas de la urbe.
Más allá de la luz
siento que el vértigo
de tu sombra encendida es animal.
Te veo como un lobo solitario
en la depredación del tiempo único.
Las plazas y edificios nos vigilan.
Son mis labios mutismo de la noche.
Tu sonrisa recorre
un reflejo de mundos de cristal
y un gorrión diminuto me hace ver
tus ojos infinitos
en la ciudad desierta.
Ana Muela Sopeña
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4 comentarios:
muy bello Ana. Un placer venir.
Saludos, Nahuel.
Gracias, Nahuel.
Un beso
Ana
Ana, hermoso poema urbano, hermosas emociones reflejadas y transmitidas.
Un abrazo.
Candela, me alegra verte en mi espacio.
Gracias
Un abrazo
Ana
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