- Yo soy el hacedor desde la sombra del aullido inaudible.
- Me entrego a las mareas de la noche, agazapada en lunas de marasmo.
- Busco la vibración de lo ancestral en mitad del deshielo.
- Amamanto a los hombres como diosa que se alza inexpugnable ante la herida.
- Soy la depredación y la locura que se esconde en las cárceles del llanto.
- Calibro tus cavernas con mis ojos y veo de tu luz tan sólo el beso.
- Necesito de miles de mujeres para restablecer mi orgullo antiguo.
- Sólo puedes hallar las hembras muertas o del lado lascivo de la muerte donde el rayo de amor no llega íntegro, donde sólo reside el caos del mundo.
- Quiero ser destructor de la esperanza, porque odio las nubes y el gran cielo donde se gesta el rostro del Aleph.
- Me voy al precipicio de lo errante para que mi alma beba de la lluvia y tu espíritu abyecto no me roce.
Ana Muela Sopeña
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