sábado, 12 de julio de 2014

FRACASO EQUINOCCIAL

*
Bebe la noche el rostro del suicidio
y lo convierte en luz
a pesar del brebaje de la muerte.

Persigo la dulzura
en medio del fracaso equinoccial
que salta entre las aguas del crepúsculo.

Diccionario de sombras quiero ser
para que al contemplarme
sea yo piedra y río
en la voz que no fue dicha.

Llueve en mi corazón
habitado de heridas abisales.
El llanto del silencio
me lleva al laberinto del dolor.

Me abro a las mareas de la vida
y secuestro en tus ojos
eso que pudo ser y no fue.

Háblame de la sangre,
del pálpito sublime, de la fiebre,
de tu cuerpo residente
en un púlsar de orgasmos.

Introduzco palabras
en maletas
que jamás preparamos.

Me asombro
en los satélites de infancia,
en vagones con ojos muy antiguos
destinados a ser nadie.

En la estación vacía
ya no llegan los trenes,
la gente sólo espera
en la cartografía de las horas.

Bajo el reloj de Abando
nadie nos ve ya juntos,
nuestra alianza se fue al desparaíso.


Ana Muela Sopeña

1 comentario:

Tatiana Aguilera dijo...

Poesía en plenitud...Sucede que leyéndote a ti y a otras poetas que admiro aprendo y eso, simplemente se agradece.
Un abrazo Ana.