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COMO SI TODO FUERA UNA PELÍCULA

*
El silencio congeló
nuestra ternura
en medio del calor de aquel verano,
como si todo fuera una película
rodada con la cámara de hielo.

El termómetro marcó 42
aquel día de agosto tan fatídico
donde ya se gestaba la mentira.

Después todo se fue ralentizando
con el tejido oscuro de lo obvio,
dentro del pedestal de lo no dicho.

Ahora sólo queda
la huida entre las sombras de la nada,
para que la verdad cure la piel
que emerge entre las plazas del dolor
y la herida impactante de mandrágora.


Ana Muela Sopeña

PÁJARO ERRANTE

*
Pájaro errante
en la niebla nocturna.
Rama vacía.


Ana Muela Sopeña

APRISIONADO

*
Tu cuerpo aprisionado en el metal
se rebela despacio en el silencio,
buscando la canción de la orfandad
en el límite abierto de la herida

Tus ojos se revuelven en las sombras
como un ángel caído
en el cementerio del azar.

Respiras suavemente
en mitad de las plazas
de la ciudad de sueño.

La sustancia te ata
a una vida carente de sentido.

Contemplas a través de la mirilla
el instinto del mundo protector.

Te levantas sin miedo entre las ruinas
para mirar el sol libre de jaulas.


Ana Muela Sopeña

EN MEDIO DEL TEJIDO MINERAL

*
Caen las máscaras en suelos de cemento
mientras suena de fondo la ciudad.
Abrazas la verdad contra los muros
pero ahora ya es tarde.
El reloj de la vida grita y grita
en medio del tejido mineral
de las calles amadas.
No importan las palabras, sólo el tiempo.

Es tarde para hilar otro presente.
Es tarde para hilar otro futuro.

Ahora sin las máscaras
no puedo soportarte entre los árboles.

Tan sólo quiero ahora
disolverme en termómetros de estío
y que los días pasen velozmente.


Ana Muela Sopeña

DE LÁGRIMA Y DE SOMBRA

*
Veo tus ojos ávidos de mí,
de lágrima y de sombra,
que despiertan
de la pesadilla existencial de no ser nadie.

Sabes que eres mi luz
en este frío atávico y oscuro
que me mantiene unida a un escenario
donde no pasa nada y pasa todo.

Quiero que no me olvides ni en los sueños,
que recites mi nombre por las noches
como diosa embriagante del placer.

Adoro tu calor y tu silencio
y tu cuerpo perpetuo de centauro,
preparado sin miedo para el viaje
en los túneles grises
de lo desconocido.

De lágrima y de sombra quiero ser,
para despertarte del letargo
más allá de los límites del mundo.

Quiero atrapar tu pánico de niebla
con mis manos de lluvia
y llevarte a lo alto de una torre
para que contemples la ciudad
que se alza enigmática en la bruma
y nos custodia siempre
con su numen perdido entre las calles.


Ana Muela Sopeña

PÁJARO EXTRAVIADO

*
Te observo en el abismo
con tu cuerpo de pájaro extraviado
que aletea en el pozo del silencio.

Te abrazo en sueños lúcidos
con mi calor nocturno.

Me miras desde el fondo de tu vértigo
y me llevas contigo
por la ciudad dormida.

Me rozas con tus dedos de centauro
y me susurras sílabas de arena.


Ana Muela Sopeña

CUANDO LA NOCHE TE POSEE

*
Cuando la noche te posee
la belleza del alba se hace sombra
y en medio del latido mineral
surge una luz sin nombre en el abismo.

Cuando amanece entre los sueños
un rayo de crepúsculo
se diluye en las horas de los púlsares
al tiempo que una ráfaga
nos permite sentir
el vértigo sin límite del hambre.

Cuando confluye el hálito de vida
con el numen destructor
hay que empezar de nuevo sin las máscaras.


Ana Muela Sopeña

DE LA SELVA Y EL JAGUAR

*
El agua inunda siempre
la intención de la selva y el jaguar.

Los pasos silenciosos rodean con sigilo
los círculos atávicos.

Nace una flor en medio de la niebla
mientras la lluvia danza con la luna.


Ana Muela Sopeña

LA SOMBRA TE PERSIGUE

*
La sombra te persigue
como si algún demonio te punzara
y la oscuridad
te llevase por túneles de amianto.

La luz es tu destino
al despertar con ángeles de paz.

Un vórtice en el aire te hace ser
un humano que vuela siempre al norte.

La sombra desintegra lo que toca
en medio de alaridos destructores.


Ana Muela Sopeña

EL GOLPE DE LA LUZ

*
He buscado en la nieve
el golpe de la luz
entre las piedras ávidas de sombra.

He mirado en los muros de mi alma
el instante que todo lo detiene
en burbujas sin miedo ni ansiedad.

He amado en los tejados de la aurora
la belleza animal de los crepúsculos.

Una vez que las horas nos sorprenden
el instinto de fuego es un relámpago.


Ana Muela Sopeña

LOS CRONÓMETROS HABLAN EN LA NOCHE...

*
Una mujer revive su pasado
en la red que custodia sus temores.

Cuando ya no consigue ser de agua
recurre a las excusas de los sueños
y pregunta a un cristal
por el espejo nítido del tiempo.

Un hombre se hace sangre
mientras la bestia oscura lo posee.
Busca el poder en cetros y reservas
pero ya no es posible.

Su cromosoma Y está mutado.
Ahora es simplemente
un esclavo sin furia ni utopía.

Una pareja inicia
el paseo despacio por la cuerda
hacia la vibración amada
de la especie.

Hay un despertador que está sonando.

Los cronómetros hablan en la noche...


Ana Muela Sopeña

NIEVE DE LOS SUEÑOS

*
El dolor se refleja
en medio de tormentas interiores
a través de las nieve de los sueños.

Se acerca la neblina
en imágenes dulces de la infancia
que ya no pueden más, ni ser borradas.

El dolor se transmite
más allá de sonrisas y de olvidos
cada vez que la vida nos traiciona.


Ana Muela Sopeña

ILUSIÓN CALEIDOSCÓPICA

*
Camino por las calles
a través de la lluvia y la nostalgia,
mientras un mundo nuevo
se abre en lejanía con relojes
que permiten sentir la Vía Láctea.

Experimento el alma de la ciudad desnuda
en los alambres de la luz.

Los edificios híbridos se lanzan
a reflejar el agua de los sueños.

Deambulo por las plazas
mientras el bullicio me posee.

Sonrío imperturbable
sobre los jeroglíficos de nubes
que recuerdan imágenes
de tiempos ya pasados.

Saludo en marquesinas de autobús
a los gorriones jóvenes
que habitan en los parques
para ensoñar el viento.

Y me voy por las grutas ancestrales
observando transeúntes
con la ilusión caleidoscópica
de una urbe perdida en el silencio.


Ana Muela Sopeña

VOLVEMOS A LOS SUEÑOS

*
Volvemos a los sueños
que un día abandonamos
para saber de mundos sin heridas.

Atrapamos en cuerdas
utopías de lazos de colores
y el metal de la risa.

El beso que transporta
la belleza del agua
nos desliza por espacios nunca vistos.


Ana Muela Sopeña

RECUERDO

*
A Lyubov Sirota


El tiempo subterráneo de la historia
se ha convertido en música de alarma
para no repetir el mismo error
y evitar la extinción de toda vida.

Un vagón de la infancia
te lleva por espacios escondidos
con la luna danzando entre los sueños
y la mirada puesta
en un futuro alegre
con infinito amor y creación.


Ana Muela Sopeña

COMO DIAMANTES EN INVIERNO

*
La belleza de un mundo desgarrado
nos invita a soñar con la utopía.

Somos las marionetas del destino,
inmersos en la danza de las olas.

Nos encontramos siempre entre las aguas,
más allá de las sombras de la niebla.

Creadores de un cosmos con heridas,
esperamos el manto protector
para transformar nuestro ADN.

Somos como diamantes en invierno.

Adoramos la luz de las edades
que nos envuelve en mundos de azurita.


Ana Muela Sopeña

LA LUNA ME RECUERDA

*
La luna me recuerda
el vértigo sin límite de ti.

Nuestros labios se buscan en las calles
y en las plazas sedientas de la piel.
Mis ojos te persiguen en la noche,
en la ciudad dormida entre los sueños.


Ana Muela Sopeña

MUTAN LAS MARIPOSAS

*
En Fukushima daiichi
los pétalos se abren a la vida
a pesar de la sombra nuclear.

Hay una flor creciendo
en medio del desastre radiactivo.

Mutan las mariposas
que vuelan tristemente
en la melancolía de los días.

No queda mucho tiempo
para reaccionar a la catástrofe.

Mutan los peces grises
en las aguas que buscan la belleza.

¿Y cuándo mutaremos los humanos?
¿Tendrán que ser los monstruos
los que nos hagan ver que hay que cambiar?


Ana Muela Sopeña

JUGANDO CON SMARTPHONES

*
Veo gente jugando con smartphones,
también mira sus mails, chats y whatsapps.
Parece concentrada en lo que hace.


Ellos...
huyen a mundos suaves y virtuales
para no ver la cruda realidad.


Veo a los transeúntes
hablando por los móviles.
Creo ver que la luz se hace más gris.
No observan las farolas ni los puentes.
Apenas son conscientes de semáforos.
Avanzan, sin pensar, hacia la nada.


Somos organigramas de otros seres.
Ceros y unos puestos en un software.
Progresamos muy rápido
hacia el colapso o caos de este planeta.


Reflexiono en el viento de los sauces.
Busco el brillo en tus ojos especiales.
Sólo quiero escuchar tu voz en vuelo.


Rememoro despacio
los años tan nostálgicos, sin móviles.
La emoción del encuentro era total.


Ahora todo el tiempo conectados
y total para nada -o poca cosa-.


Quiero mirar al otro sin pantallas.
Y quiero que me miren sin los bits.
Fuera de teclas frías.
Dentro de los secretos
de una galaxia joven e inconsciente...




Ana Muela Sopeña

MIS OJOS INVISIBLES

*
Las calles se han prendido de la luz
y tus labios me buscan en aceras
mientras la sombra indaga en las heridas.
Mis ojos invisibles miran todo:
las farolas, las plazas y las nubes.
Soy esa condición evanescente
de la ciudad desnuda en la memoria.


Ana Muela Sopeña

CASAS AL VIENTO

*
En un futuro de sombra
se ven las casas al viento
navegando en la zozobra
de la intemperie y el miedo.

La gente corre en el caos
para huir de los tormentos,
alcanzar la paz del alma
y la utopía del sueño.

Escapa sin rumbo fijo
a las ciudades sin cepos,
donde puedan ser felices
y no sean sólo perros.

La construcción del mañana
depende de los desvelos
que hoy tengamos para ser
identidades sin dueños.


Ana Muela Sopeña