*
De pronto lo fugaz se ha revelado
al marcharse el amigo para siempre.
La vida es ya muy corta sin sus máscaras.
Todo se ha hecho más nítido en la pérdida.
La muerte, por la espalda, es una sombra
que pacta con el alma sin disfraces.
El amigo ha marchado sin aviso.
La lágrima recuerda en el silencio
lo importante de hablar antes del fin.
Porque nada es eterno, todo efímero.
Sólo perdura viva en la memoria
la rosa inmarcesible del espíritu.
Ana Muela Sopeña
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2 comentarios:
La pérdida es lo que subraya...
Así es, Darío...
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