*
Lágrimas negras
en la soledad de las guaridas.
Se ve una luz.
Tristeza sumergida en el recuerdo
mientras la sombra agrede
en las grutas heladas.
Exilio en territorio de hipotermia
a pesar del verano.
Sonrisa suave
en la calidez
de las horas abiertas al destino.
Alegría profunda en este tiempo,
en el tintineo sin heridas
que roza de la arena su presagio.
Ana Muela Sopeña
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4 comentarios:
Se me da muy bien logrado el poema, amiga. Muy bien!
Abrazos
Precioso tu poema!
José, muchas gracias por venir.
Un beso
Ana
Julie:
Muchas gracias, me alegra mucho verte por aquí.
Un beso enorme
Ana
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