jueves, 3 de septiembre de 2015

AGONIZÓ EL SILENCIO

*
A Manuel Martínez Barcia, in memoriam


El vacío del mundo se hizo oscuro,
la luz dejó su impronta
en una nebulosa de sollozos.

Todo lo que latía se rompió,
agonizó el silencio
y se hizo extraño.

Un precipicio azul
se doblegó
con un aullido leve
de lobezno.

Un reino paralelo de conciencia
dibujó entre sus límites los versos,
las palabras de sombra
de un alfabeto errante y solitario.

La vida de un poeta se segó,
pero sigue latiendo su memoria
en todas las palabras existentes,
en diccionarios de agua,
en los otros poetas compañeros
y en la rosa callada del estío...


Ana Muela Sopeña

4 comentarios:

Teresa dijo...

Un homenaje precioso. Besos.

José Valle Valdés dijo...

Me resulta muy bien logrado, amiga. De mucho gusto.

Abrazo

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Teresa, por venir...

Besos
Ana

Ana Muela Sopeña dijo...

Agradezco, José, tus palabras.

Un abrazo
Ana