*
En la sombra recuerdo tu energía
oscura
como una noche de insomnio.
En las esquinas de las casas derrumbadas
la ciudad se sorprende.
Diviso nuestras plazas y tu beso que juega al escondite
con la neblina suave del otoño.
Abrazos en el margen de una acera,
miradas de temblor, cenizas, humo.
La urbe se despierta del letargo
mientras las calles abren sus persianas.
Un roce clandestino
en el pavimento que contiene
la memoria ancestral de nuestra piel.
Ana Muela Sopeña
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4 comentarios:
Me parece un poema vivo, hermoso, con bellas imágenes y delicado contenido. Muy bello.
Que alegría leerte otra vez amiga. Un poema con hermosas imágenes.
Un abrazo
Gracias, Julie, me alegra que te guste el poema.
Besos
Ana
Es siempre una alegría encontrarte entre mis letras, María.
Un beso enorme
Ana
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