lunes, 29 de agosto de 2016


LAMENTOS

*
PRIMER LAMENTO

En el primer lamento estaba ella,
escondida en la luna de la sombra
renegada de estrellas y de rosas
cubierta de hojarasca y de maleza.

Después llegó la urdimbre de los años,
provenía del mundo mineral
oculto en lo más hondo de su mar,
envuelto en un pretil abandonado.

Atrás quedaron cientos de preguntas
guardadas en los cofres infantiles
con la llave del llanto de la tierra.

Se contempló en espejos de locura
con las cenizas sórdidas y grises
asomando desnudas, sin belleza.

SEGUNDO LAMENTO

Su segundo lamento fue de piedra,
respiración muy tenue frente al río.
Allí supo velar todo el destino
y amar sin enfadarse con su pena.

Se convirtió en mujer, luz del planeta,
esperando descalza con su brío
portando los relojes de vinilo,
tatuada con los círculos de henna.

Su ánimo llegó a ser un fulgor
contenido en el tiempo del perfume,
liturgia del almizcle junto al fuego.

Se mostró luminosa como el sol,
etérea, evanescente como nube,
liberada del ángel de los miedos.

TERCER LAMENTO

Aprendió que vivir era un suceso
guardado en la galaxia sideral
con cintas de colores y un imán
contenidos en mundos paralelos.

Supo de los misterios de los sueños
a través del amor y la esperanza
dibujados en líneas de un mandala,
en memorias de un disco ultrasecreto.

Se desprendió de todo lo reptil
que bloqueaba su sangre y su ADN
en medio de la sed de la utopía.

Acompañó contenta a un colibrí
y huyó de los tentáculos de muerte,
ofreciendo su espíritu a la vida.


Ana Muela Sopeña

GIMNASIA RÍTMICA

*
PELOTA

La pelota es el símbolo del cosmos
que tomamos desnudo con los dedos
y gira sin descanso hacia la luz
sin quebrantar la sombra de los días.

CINTA

Ondulación perfecta de la cinta:
movimiento perpetuo sobre el aire
la espiral en la bruma silenciosa,
amor en las mareas del océano.

MAZAS

Acrobacias en campos de papel
malabarismo en medio de los pulsos,
la belleza que sabe sorprendernos
más allá de la música y el ritmo.

ARO

El círculo ancestral de los inicios
la atracción del espacio por la esfera
la contención de todo entre los vórtices
el Big Bang primigenio del origen.

CUERDA

La tensión que sujeta lo que vibra
lo abstracto que nos ata a la costumbre
seguridad envuelta en el caos virgen
un fulgor en la niebla del peligro.


Ana Muela Sopeña

sábado, 27 de agosto de 2016


LOBOS

*
Entre los árboles
la manada de lobos,
la luna blanca.


Ana Muela Sopeña

BLANCOS MUROS

*
Cuando la noche bosteza
los sonidos de lo oscuro
se adentran entre la niebla
y hacen despacio sus nudos.
Vienen las horas de estrellas
mientras observo el crepúsculo
y grabo versos de arena
en un pabellón sin rumbo.
El mar llora y se lamenta
de la soledad de un búho,
cuando la luna se queja
de la tristeza del mundo.
A veces en la maleza
se esconden flores y juncos
que susurran a las piedras
y custodian blancos muros.
Al amanecer, la tierra
hace señales de humo
mientras brinda una bandeja
de rosas, nubes y frutos.


Ana Muela Sopeña

CON TUS OJOS DE GATO

*
A Suni


Contemplas la belleza de las horas
con tus ojos de gato afortunado
y sabes que no estás abandonado
pues te abrazo muy fuerte cuando lloras.

Eres un vigilante de la noche,
me defiendes de sombras en lo oscuro,
custodias lo importante, lo más puro,
tu maullido es tan suave como un broche.

Adoras descansar en el balcón
y jugar al yoyó por los pasillos
al tiempo que bostezas sin sonido.

Cautivas con tus iris de pasión
mientras muerdes despacio tus palillos
y respiras tranquilo sobre el nido.


Ana Muela Sopeña

viernes, 26 de agosto de 2016


RELOJES DE ESTÍO

*
El verano transcurre
con la tristeza suave de las horas
que se escapan del tiempo de los astros.

Los relojes de estío son nostálgicos,
todo gira desnudo frente a un árbol
de raíces dormidas en la arena.


Ana Muela Sopeña

LABERINTO DE LA ROSA

*
Permanezco en el aire silencioso
y brindo con dos copas, sin mantel,
mientras rozo sin prisa ya tu piel
y percibo tu espíritu amoroso.

Soy el fulgor de un árbol luminoso
que se inclina cual torre de Babel,
más allá de la sombra y un papel
donde sentir el hambre de un coloso.

Presagio el laberinto de la rosa
y miro el firmamento con su luna
al margen del futuro y su neblina.

Deambulo por las tumbas y una losa
me deja aproximarme por fortuna
al ángel de la noche clandestina.


Ana Muela Sopeña

martes, 23 de agosto de 2016


PULSO RÍTMICO

*
No hay nada superior a este momento,
ningún premio es mejor que los crepúsculos
ni la fama aventaja a respirar
ni el éxito merece el gran letargo.

No hay nada superior a este momento,
tan sólo el pulso rítmico del mundo
se asemeja a las nubes de papel
que dirigen mi vida hacia una estrella.

Sincronizar relojes con los astros
es algo luminoso y acertado
para soñar con lunas sin historia.

La armonía terrestre me seduce
mientras vivo el delirio y la locura
en medio de las olas de un tsunami.


Ana Muela Sopeña

lunes, 22 de agosto de 2016


GIMNASIA ARTÍSTICA

*
BARRAS ASIMÉTRICAS

Ella salta y se agarra
a la barra más alta con sus manos.
Su cuerpo gira y gira
al tiempo que su rostro apunta al cielo.
Se balancea en mundos inconclusos.
Dos barras semejantes a la vida.
El reto de lo fácil
da paso a lo más arduo.

BARRA DE EQUILIBRIO

Conserva el equilibrio
sobre la barra estrecha.
Sus pies se pegan siempre
a la superficie de la viga.
Respira lentamente y se concentra.
El cuerpo va arqueándose hacia atrás
hasta que sus dos manos aterrizan.
Entonces ella eleva sus dos piernas
y permanece recta
y luego vuelve a estar de nuevo en pie.
Como la vida misma, el balanceo:
el columpio que baja, sube y baja.
Salta sobre la barra.
Un mortal hacia atrás, riesgo total.
Seguridad de un cuerpo
entrenado en la élite, sin pánico.

SALTO

A la carrera salta y toma impulso.
Pone abajo las manos, salta sobre el gran potro
y da un doble mortal sin enterarse.
Cae sobre sus dos pies como si nada.

SUELO

Diagonales circenses.
La gimnasta es la dama del rectángulo.
Corre, corre y se eleva sin temor.
Gira y gira segura de su hazaña
y cae con maestría mientras dobla
un poco las rodillas.
Su cuerpo ya no pesa, es una pluma
o es un ave de paso...
quizás es como Ícaro y asciende
al reino consentido de lo bello,
la libertad efímera...
La música es su guía y los aplausos.
Ama los desafíos y se dobla
sabiendo que la fuerza es sólo la antesala
de la sutil destreza en lo flexible...
La gimnasta es la dama del espacio
y el cronómetro el pulso para el vuelo...


Ana Muela Sopeña

domingo, 21 de agosto de 2016


FIESTAS DE BILBAO

*
.....Salimos por las calles en fiestas de Bilbao. Contemplamos las luces, los vendedores de refrescos, puestos de bocadillos, los globos, los pequeños artesanos, los tenderetes de recuerdos. La ciudad fagocita lo que toca como el gigante Gargantúa. Se siente la alegría de las txosnas, las cuadrillas que viven la fiesta como suya y beben sin parar los katxis como agua, extranjeros deambulando absortos como niños. Los punkis, los mendigos, las familias, parejas, los amigos...Todo se mezcla en una poción mágica, donde el tiempo no existe, donde la noche alarga sus tentáculos... La Plaza Nueva alberga en sus terrazas a los grupos tranquilos que buscan simplemente disfrutar de un buen pincho de tortilla o tomar un zurito. La música es muy fuerte, los decibelios salen de los quioscos de verbenas y de los mp3 de los bares. El sonido es un caos que envuelve con su ritmo la melancolía de la gente y la transforma en sed de diversión.
.....Cada noche los fuegos de artificio seducen con sus formas y colores a niños y mayores. Todo se va quedando en el crepúsculo disuelto en la distancia de las cosas. Lo próximo se va haciendo lejano. Lo lejano se siente como próximo. Las multitudes te hacen extenderte, saber que eres partícipe de la familia humana. Da igual cómo te vistas. En fiestas lo que impera es la comodidad. Avanzas por aceras y te rozas con los desconocidos y la gente te habla y tú les hablas porque los protocolos dejan de estar vigentes estos días.
.....Hay los que sólo desean evadirse, perderse en la marea, olvidar cualquier frío y separatidad. Los hay que se decantan por comer: cazuelitas de mariscos, bacalao, bonito y el jamón de Jabugo o la paleta ibérica. Otros buscan bailar, ligar y beber hasta caer exhaustos y acaban la jornada junto al ayuntamiento tomando chocolate con churros.
.....Otros son los adictos al teatro o los conciertos. Los que aprovechan la borrachera colectiva para agenciarse sexo sin parar, casi sin elegir, un "lo que salga"...
.....Los que huyen de todo este jaleo, como una marabunta tremenda y gigantesca y se van de Bilbao a otras ciudades... Cada persona toma lo que quiere...
.....De pronto la ciudad es como un gran salón. Todo el mundo se sienta donde más le apetece.
.....Los diccionarios caen de los tejados. Los códigos se tornan plastilina y se descuelgan de balcones. Los parques se vacían porque toda la gente se concentra en las plazas y avenidas. El Arenal es centro de la "Semana grande". Es el punto neurálgico de todo. Allí miras la ría y el Arriaga y sientes que la urbe te abraza fieramente (para bien o para mal...).
.....Los otros te sonríen y te invitan. Ves padres con sus hijos que llevan los peluches de las tómbolas. Las barracas encantan a los niños. Las norias, caballitos, tiovivos...Los remolques de hamburguesas y perritos calientes. El tren de los horrores y los puestos de tiro...
.....La fiesta es la sonrisa que aparece por todos los rincones. La transgresión amable de las normas...La fiesta al mismo tiempo es la herida que sabe maquillarse con máscaras de luces y de lluvia y nos acerca al punto de la liberación de convenciones, de donde nunca debimos salir...


Ana Muela Sopeña

sábado, 20 de agosto de 2016


A LA DERIVA

*
.....Las calles permanecen sumergidas en nuestras citas llenas de neblina. Avanzamos seguros por las plazas, envueltos en miradas clandestinas. Disfrutamos de todos los momentos con la lluvia mojando los jardines. Contemplamos la ría y sus sollozos. Los barcos con las luces, tenderetes nocturnos, las farolas. Somos los habitantes misteriosos del tiempo consagrado a la deriva que pugna por salir de la costumbre y convertirse en mundos sin censura.
.....Amamos los instantes de la niebla, nuestras huellas parecen invisibles, pero graban instantes de locura en nuestros ojos ávidos de estrellas.
.....Esperamos minutos en los parques, nos sentamos en bancos, en las estaciones sin heridas. Bajo las marquesinas de autobuses sentimos en el rostro el viento que nos lleva al peligro escondido en las estatuas. La ciudad se convierte en nuestra luna y nos defiende siempre del olvido. Deambulamos sin rumbo, sólo por el placer de respirar. Dejamos las defensas en el sueño y nos desnudamos sin temor. Nuestra psique descansa cabalgando las nubes. Divisamos cornisas, edificios, escaparates llenos de abalorios, maniquíes con ropa atemporal...
.....Adoramos las horas como liturgia rítmica del fuego. Charlamos sin tocarnos en los cafés y bares periféricos, donde la urbe acaba y se convierte en el confín del aire.
.....Nos gusta seducir a los que miran nuestros delirios llenos de aventuras.
.....Emanamos la fuerza del asombro, la ilusión del inicio de los días.
.....Sabemos que lo nuestro es algo efímero, por eso atesoramos los segundos, rozando lo infinito de la sombra en el vértigo suave de la piel...


Ana Muela Sopeña

HE VISTO UN LOBO

*
He visto un lobo
de raíces dormidas en el barro,
cautivo en la prisión,
domesticado sin permiso
con una cuerda blanca,
caminando de la mano de una chica.

He sentido sus ojos en los míos,
la nostalgia del bosque, su tristeza perenne,
su afán de libertad.

He visto un lobo
y me he acordado de ti...


Ana Muela Sopeña

MADRUGADA

*
Por las noches me quedo mirando la ventana y contemplo la ría con los barcos hasta que me llega el sueño. Los coches me mantienen hechizada con sus motores roncos, rasgando el espacio invisible, en la madrugada más insomne.


Ana Muela Sopeña

PALABRAS DEL BOSQUE

*
La luz es territorio
de la piel
en la noche que busca el sortilegio.
La oscuridad es siempre
el refugio perfecto para el canto.
Hay una sombra suave
que escapa de lo anónimo.
Se iluminan los cuerpos
en vórtices prohibidos de lo amado.
Soy la mujer que huye
de tu muro de hielo
y conjura su pánico
con palabras del bosque.


Ana Muela Sopeña

viernes, 19 de agosto de 2016


SULEIKA

*
En el bosque de los duendes
hay una antigua palabra
que suena como la lluvia
y el secreto de un mandala.
Se trata de un nombre dulce
que nos acaricia el alma,
es el nombre de una meiga
que danza dentro del alba.
Ella se llama Suleika
y tiene manos de maga
para entonar la canción
de las cenizas sin brasas.
En los troncos de los árboles
habitan miles de hadas
que sonríen con las nubes
y se emborrachan con cañas.
Ellas son las protectoras
de algunas niñas muy malas
que desobedecen siempre
cuando bailan por las playas.
En el bosque de los elfos
he oído una balada
dedicada a la orfandad
de los niños sin hermanas.


Ana Muela Sopeña

domingo, 14 de agosto de 2016


MUJERES QUE NO CALLAN

*
He tenido el honor y el privilegio de participar en una antología contra la violencia de género editada y compilada por Ruth Pérez Aguirre, escritora y poeta mexicana.


"Mujeres que no callan"
Ediciones htuRquesa, cartonera
Lugar de edición: Comalcalco, Tabasco, México.
Editora y antóloga: Ruth Pérez Aguirre
Año 2016.


El libro alberga narradoras y poetas de diez países y de quince estados de México.


Todas las autoras:
Amanda Espejo, Iris Violeta Pujols, Sheila Dorantes de Monterde, Marianela Puebla, Norma Espinosa Zurita, María Eugenia Torres Arias, Martha Rosa Esquinca Díaz, Patricia Rodríguez Ruiz, Chary Gumeta, Brenda Noemí Parra Ruiz, Irma Lucía Fernández Calles, Soni Conde, Ana Patricia Martínez Huchim, Melba Alfaro, Patricia Garza Soberanis, María Elena Solórzano, Dulce María Solís Téllez, Laura Virgina Ocaña Zurita, Yoanis Beltrán Sainz, Amira Rosas, Cleotilde Gordoa De la Tejera, Araceli Otamendi, Rebeca Díaz Suárez, Gloria Dávila Espinoza, Eréndira Toledo Cortés, Guadalupe Azuara Forcelledo, Liz Durand Goytia, Graciela Salazar Reyna, Marcela Magdaleno Deschamps, Lety Luna, Lunamia Rocío Jiménez Pérez, Ruth Pérez Aguirre, María Dolores Reyes Herrera, Lidia Cristina Carrizo, Daniela Maimone, Ana Livia Salinas González, Lorena Moreno, Olga Sotomayor, María Perry, Obdulia Ortega, Zarela Pacheco, Marcela Rodríguez Valdivieso, Karina de Jesús Pérez Chablé, Rosana Pérez Domínguez, Carolina Ríos Omaña, Elizabeth Altamirano Delgado, Silvia Martínez Cupido, Ana Muela Sopeña, Queta Navagómez, Ingrid Huerta Valenzuela, Maigualida Pérez González, Guadalupe Martínez Bernal, Reyna Hernández Haro, Berónica Palacios Rojas, Marina Cateriano Luque, Lidia Beatriz Herrera, Ana Stoppa, Josie Bortz, Ma. Cristina Murrieta, Cristina de la Concha y Delfidia Alicia Flores Ramírez y la Dra. María Candelaria May Novelo.
Como artista plástica Paola Bradamante.




En este link se puede leer más sobre el libro:




http://tulancingocultural.cc/letras/publicaciones/mujeresquenocallan/index.htm




Infinitas gracias, Ruth, por pensar en mí para este proyecto.




Ana Muela Sopeña

sábado, 13 de agosto de 2016


PÁJAROS DE ESTÍO

*
A Manuel Martínez Barcia que hace un año nos dejó


El tiempo sideral ha transcurrido,
las palabras se han vuelto ya vacías
y tú ya has encontrado las dos vías
en el fulgor intenso de tu nido.

Todo se difumina en el olvido
que se resiste en pájaros de estío
a ser tan sólo signo de tu brío
y a disolver tu mundo fenecido.

Los recuerdos se agolpan con temblor
mientras la lluvia cae en los tejados
y la belleza esconde nuestra gruta.

Te fuiste con los labios del amor
y quedamos sin ti, abandonados
a la suerte final de nuestra ruta.


Ana Muela Sopeña

jueves, 4 de agosto de 2016


APUNTES

*
I
Un pájaro de lluvia
me lleva por caminos ancestrales,
me susurra al oído la belleza
y me hace sumergirme en la utopía.

II
Noche en silencio:
camiones, lejanía.
El tiempo pasa.

III
En el cementerio de la nada
he visto las cenizas de la tarde.

IV
En la luz la nostalgia
se retrata
mientras la noche cae en el abismo
y el dolor
de la angustia
se hace nítido.

V
Las cenizas del mundo
atraviesan heridas
en medio de los muros.


Ana Muela Sopeña

EN LA SOMBRA DESTEJO LAS IMÁGENES

*
.....En la sombra destejo las imágenes que me recuerdan siempre tu rostro atormentado por la cuerda. Sé que estás en la jaula, en la prisión del sueño anestesiado, donde no llegan pájaros de mundos, ni de puertos sin destino.
.....En la noche estructuro mis ideas y entiendo que el vacío es una herida abierta a la tristeza primigenia, pero el Aleph y el diccionario ancestral del océano me dictan la belleza de los días.


Ana Muela Sopeña

miércoles, 3 de agosto de 2016


SÍLABAS DE ARENA

*
Las calles se parecen a la niebla
mientras tú te desplazas por la urbe,
entre coches y asfalto.

Atraviesas los cruces, las aceras,
deambulas por los parques
y saboreas siempre
las plazas de tu infancia.

Eres un habitante
de la ciudad dormida
que siente y percibe el alma de las nubes
y el despertar oculto
de las farolas ávidas de enigmas.

Un semáforo espera
al cambio de color dentro del tiempo.

Te miro en lejanía
y mi cuerpo atrapado por la luz
te inventa por las noches,
para soportar la vida anónima.

Eres un residente
de la rosa esencial
que dormita hechizada
en laberintos.

Me contemplas desnudo, sin disfraces,
en horas de recuerdos.

Edificios de sombra
nos hablan sigilosos
y nos susurran sílabas de arena.

Eres un inquilino
de los minutos híbridos de orgasmos
que camina despacio
por la ruta especial de aquellos que perdieron
el norte, la utopía...
en la existencia del no-sueño.

Tu morada es la luna,
sin olvidos,
y arrastras con tus manos
la piel de las angustias
y el crepúsculo amado de lo íntimo.


Ana Muela Sopeña

ESCUCHO

*
Escucho en la distancia
la voz de la belleza
y me voy,
sumergiéndome en la bruma.


Ana Muela Sopeña

lunes, 1 de agosto de 2016


LLUEVE

*
Llueve el humo de amor
que inunda mis pupilas
en los universos del instinto.


Ana Muela Sopeña

EL ÁRBOL CREADOR

*
El árbol creador
asoma entre la nieve
y capta de la herida sólo el beso.


Ana Muela Sopeña

ELOGIO DEL MAQUILLAJE

*
Sus ojos llevan kohl
y su mirada onírica
atrapa de la luz siempre la sombra.

Sus párpados ahumados
se parecen al sueño antiguo y dulce.

En la boca la fruta
de las fresas amantes del placer.

Sus mejillas rosadas
reflejan la alegría de vivir.

Las pestañas con rímel
capturan del vacío el centro inmóvil.

El rostro perfilado con pinceles
se parece al taller de un escultor.

La imagen sumergida en lo anodino
se transforma en belleza, simetría
y proporciones áureas.

Una mujer anónima sonríe,
abandona la gruta de la nada
y deja lo invisible
para hechizar a todos con sus iris.


Ana Muela Sopeña