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A Suni
Contemplas la belleza de las horas
con tus ojos de gato afortunado
y sabes que no estás abandonado
pues te abrazo muy fuerte cuando lloras.
Eres un vigilante de la noche,
me defiendes de sombras en lo oscuro,
custodias lo importante, lo más puro,
tu maullido es tan suave como un broche.
Adoras descansar en el balcón
y jugar al yoyó por los pasillos
al tiempo que bostezas sin sonido.
Cautivas con tus iris de pasión
mientras muerdes despacio tus palillos
y respiras tranquilo sobre el nido.
Ana Muela Sopeña
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2 comentarios:
Los gatos también se merecen poemas, mimosamente bellos. A que sí?...
Buenas noches Ana.
Gracias, Soco, por venir.
Por supuesto, los gatos son seres maravillosos y el mío lo es...
Un fuerte abrazo
Ana
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