sábado, 8 de octubre de 2016

DEL SONIDO ANCESTRAL

*
A María García Romero

La belleza del mundo es un espejo del sonido ancestral
que nos lleva por tiempos sin heridas,
antes de las batallas,
antes de los conflictos de las gentes,
antes del sufrimiento de las células.

Retrocedemos rápido
a través de las eras y milenios,
períodos cavernarios, paleolítico,
hasta llegar al punto del origen.
Alcanzamos aquel instante único
de la gran explosión
del universo.
El Big Bang donde todos
éramos sólo un ser sin divisiones.

En las nubes habitan las palabras
que los poetas usan en su alquimia.
Los fonemas divinos y  secretos,
los vocablos del núcleo del enigma.

Como una gran partida de ajedrez
así te veo siempre creando en la galaxia,
con tus manos de lluvia,
el poema sin tiempo, sideral,
que todo lo recrea con sus símbolos.

En tu ADN antiguo
residen las metáforas de magia
que cambian realidades
y perciben la luz
en los precipicios de la nada
y en los acantilados de reptiles.

Como diosa del verbo danzas entre la niebla
por bosques sumergidos en el rito
de los relojes blandos.

Y todo va cayendo en nebulosas,
junto a los diccionarios de la luna
para sentir la vida en su liturgia
amada por umbrales del subsueño,
en esa infinitud de lo innombrable
que a veces toma cuerpo
en sílabas de agua...


Ana Muela Sopeña

2 comentarios:

Unknown dijo...

Ana ,es un maravilloso ramo de letras derramadas en mil colores del universo.

Abrazos

Graciela

Ana Muela Sopeña dijo...

Graciela, muchas gracias por venir a visitarme y dejar tu huella.

Un abrazo
Ana