*
Te imagino vagando por aceras
en medio de los árboles sumisos
con la llovizna fría entre tus manos
y el hielo de tu ser atravesando el mundo.
Esperas en semáforos de niebla
para vengar historias del pasado,
a la vez que la bestia
se detiene en tu patio.
Edificios atados a la bruma
te permiten mirar entre las nubes
la insoportable imagen de la sombra
en cenizas de infancia.
El tiempo del reloj
se ha convertido en tiempo surreal
y ahora es solamente una utopía
que pugna por llevarte en el delirio
por aceras sin nombre.
Ana Muela Sopeña
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario