domingo, 13 de noviembre de 2016

CONTENEDORES DE LA SOMBRA

*
El habitante vaga por la urbe
se mezcla entre la gente solitaria,
deja su impronta fría en los semáforos,
en los bancos, estatuas y letreros.

Camina sin reloj hacia horizontes
que carecen de luz y de utopías.
Simplemente deambula y se hace tierra,
con el cielo, el asfalto y la mirada.

El habitante bebe la ciudad,
se emborracha en los bares y tabernas.
La ebriedad de su vida
compensa la censura de los otros.

Se bebe la tristeza y la nostalgia,
los fracasos, la angustia y los insomnios.
Todo cabe en botellas de ginebra
y en los clubes nocturnos donde busca
alguna chica dulce que le escuche
y luego le acompañe a un cuarto oscuro
para olvidar un rato su vacío.

El habitante bebe sin parar,
tiene dipsomanía, bebe y bebe...

La muchedumbre mira un cuerpo gélido
caído en el andén de la estación.

El habitante abraza a un ángel blanco
antes de que otro ángel negro y cínico
le ofrezca una botella de aguardiente.

El habitante sórdido, sin nombre,
rechaza con firmeza
la tentación del mundo tenebroso
y deja sus andanzas
en los contenedores de la sombra.

La gente se sorprende,
ve
cómo
se
levanta.
Busca algo de dinero en sus bolsillos.
Baja las escaleras de metal,
sale de la estación...

Pide un taxi y se marcha
renovado en su fuego de la infancia,
como alcohólico anónimo...


Ana Muela Sopeña

4 comentarios:

carlos perrotti dijo...

"Se bebe la tristeza y la nostalgia,
los fracasos, la angustia y los insomnios.
Todo cabe en botellas de ginebra
y en los clubes nocturnos donde busca
alguna chica dulce que le escuche
y luego le acompañe a un cuarto oscuro
para olvidar un rato su vacío..."

Refrendo mi comentario anterior. Nada mejor que leer poesía en una mañana lluviosa. Abrazos, Ana.

carlos perrotti dijo...

No hay muchos versos más profundos (y melancos) que éste:

"La ebriedad de su vida
compensa la censura de los otros."


Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias por venir y por tus palabras.

Abrazos hasta Argentina
Ana

Ana Muela Sopeña dijo...

Bien...esos son los versos clave del poema. Al menos eso creo.

Abrazos