sábado, 12 de noviembre de 2016

EN BARES OLVIDADOS

*
Recorro la ciudad tan solitaria
que mirábamos juntos,
mientras todo mostraba su lado más amable.

Las lunas de origami de las tiendas,
el papel celofán de los obsequios,
nuestros cafés en bares olvidados,
las castañas asadas del invierno.

Todo era susceptible del asombro
y veíamos dulce de membrillo
en alféizares llenos de geranios.

Deambulo por aceras
donde tú ya no estás
y todo me parece algo sombrío.

Los parques ya no son nuestro refugio
ni los sueños velados nuestro sino,
todo es como un espejo
escindido por frases de cuchillos
que ojalá nunca hubieras pronunciado
y navegan sin rumbo, a la deriva.


Ana Muela Sopeña

2 comentarios:

carlos perrotti dijo...

La memoria duele. La herida no sANA no todavía. Versos de cuchillos realmente afilados. Va a sANArte tu poesía.

Abrazos.

Ana Muela Sopeña dijo...

Bueno, el tiempo lo cura todo pero va despacio cuando queremos que vaya rápido y va rápido cuando queremos que vaya despacio. He ahí la paradoja...