lunes, 7 de noviembre de 2016

ESCUCHO EL RUMOR SORDO DE LA RÍA

*
La noche se presenta silenciosa
mientras la lluvia cae tras las ventanas.

Todo me habla de ti en la penumbra
y siento el frío de noviembre
que se filtra por grietas y paredes.

No suena mi teléfono
ni susurras mi nombre...

Todo se ha congelado en el mutismo
y aún no entiendo nada.

Las horas van pasando lentamente
bajo nubes nocturnas.

El sonido del viento me acompaña
y un relámpago azul
disuelve mi tristeza en la neblina.

El tiempo se ha hecho diferente,
no parece un aliado que me ayuda
sino un enemigo
astuto y traicionero.

Las gotas me descifran
el ritmo de las calles.

Un camión a distancia
inunda  el ambiente con su ruido de motores.

Cada detalle ínfimo me recuerda tu imagen
en la oscuridad de los secretos
y escucho el rumor sordo de la ría,
mientras los pescadores
expectantes controlan los enigmas ocultos.

Hay un perro que ladra frente al bote.
Extraviado parece
y sigue caminando por la acera
hacia ninguna parte...


Ana Muela Sopeña

6 comentarios:

Unknown dijo...


Ana querida, es siempre un paseo por las bellas letras con tus pinturas y metáforas, pueblas de aromas y sentimientos éste tu bello rincón.

Un fuerte abrazo

carlos perrotti dijo...

Pintura interior de tu mirada, Ana. Magnífico poema. Abrazo...

María Socorro Luis dijo...


Querida Ana.
Me ha cautivado tu mensaje de ausencia; es bellísimo. Para mi, uno de tus mejores poemas.

Besos mil

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Graciela, por venir:

Un beso
Ana

Ana Muela Sopeña dijo...

Me alegra, Carlos, que el poema te haya gustado.

Abrazos transoceánicos
Ana

Ana Muela Sopeña dijo...

Agradezco mucho tus palabras, Soco.

Un abrazo grande
Ana