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A Manuel Martínez Barcia (3-11-1952 / 13-8-2015)
con mi amistad y admiración
Amabas desde el sueño la palabra.
Musitabas los versos en tu álbum
al tiempo que sentías la tormenta.
Navegabas en mares de satén
un día y otro día con tisú.
Elaborabas mitos en tu nube
lacerante en las noches de cristal.
Mecías los poemas en Mirzam
a la vez que adorabas a la diosa
revelando el secreto de tu ser.
Tapizabas con miel tu zigurat
irradiando utopías desde ti.
Necesitabas lunas en vaivén
en las sombras queridas de tu duende.
Zozobraste despacio frente a un cáliz.
Bebías la belleza de Kochab
atemperando el alma de la herida.
Resurgiste como ave de otro mar
cansado de la vida y su tictac.
Imantabas canciones colibrí
arrastrando fisuras de tu infancia.
Cantabas melodías en vivac
o silbabas la música en tu halo.
Nunca fuiste satélite en tu tren.
Memorias, fotogramas en tu film
irisadas con dulce de maní.
A veces la belleza te delata
mientras todo se agranda con un zoom.
Intentaste captar todo in fraganti
susurrando vocablos de penumbras.
Te agradaban las motos y el confort
antes de que la noche te arrastrara.
Dabas siempre las gracias por la red.
Y la lluvia te ataba a tu noray.
Adentraste leyendas desde el agua
del océano azul de eternidad.
Murmullos en tu bosque como un réquiem
inspiraron tu obra zahorí.
Rezabas con los versos en el sur
alimentando el fuego de la Tierra.
Con sonidos de grillos como un cric
inhalaste la brisa en frenesí
otras veces soñaste con un pozo.
Nadie pudo ofrecerte a Aldebarán.
Ana Muela Sopeña
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4 comentarios:
Le haces justicia al poeta y a la inherente dignidad de vuestra amistad.
Salud, Ana, un gran abrazo agradecido porque compartas tanto sentimiento hecho poema...
Muchas gracias, Ana, por recordar a Don Manuel con este poema. Un saludo.
Gracias, Carlos por venir y dejar tu huella.
Un abrazo
Ana
Gracias, Tin, por pasar...
Abrazos
Ana
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