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Unas gotas de Aulaga
con las olas del mar en el crepúsculo,
más Genciana disuelta
en agua de diamante.
Castaño dulce suave
envuelto en las estrellas de Eridanus.
Achicoria con gotas de Amatista.
Espino blanco destilado en alambiques.
Alerce con la luz de los espejos
y Estrella de Belén,
sellando
con dos gotas de Lotus
la fórmula maestra.
El remedio hay que tomarlo cada hora
y andar siete kilómetros al día,
al tiempo que se escriben en la arena
las palabras de olvido...
Ana Muela Sopeña
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2 comentarios:
Estás llena de buenas ideas sanadoras, Ana...
Gracias...
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