*
I
El sueño de la luz es la crisálida
para el daño del alma.
II
Las heridas de sombra
cabalgan por caminos en la noche.
III
Todos somos humanos zaheridos.
Hay como una cadena de desastres
que hay que cortar muy rápido
para que no se extienda la pandemia
de herir porque te hirieron.
IV
A veces en lo oscuro
miro un banco de niebla silenciosa
y percibo el misterio de la Tierra.
V
Paseo por el muelle
y diviso la bruma en el pretil
abandonado siempre
a un azar adherido a las estrellas.
VI
Un pájaro errabundo
me visita cansado en el zaguán.
Yo le acaricio suave
y él me mira asustado.
Le digo que se vaya
en libertad.
VII
Las palabras susurran sus enigmas
en tardes de tormenta con relámpagos.
VIII
La belleza del agua me seduce
con sus fractales geométricos.
IX
En mitad de la herida más profunda
tu voz más protectora
resuena en mi interior, atemporal.
Ana Muela Sopeña
lunes, 28 de noviembre de 2016
ZAHERIDOS
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4 comentarios:
Me suelen pasar el IV, el V y el VII. Es así como lo detectas y lo cuentas.
Abrazos.
Gracias, Ana, por compartir tanta belleza cada día. El VI lo hago mio; cada día visitan mi casa pájaros errabundos.
Besos, siempre
Gracias, Carlos, por venir y brindarme tus palabras.
Un beso grande
Ana
Me alegro, Soco, que así lo veas.
Qué bueno que los pájaros errabundos te visiten.
Un beso grande, amiga poeta
Ana
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