domingo, 31 de diciembre de 2017


FELIZ AÑO NUEVO 2018



FELIZ 2018

*
Somos entre la tierra las raíces
alumbrando los sueños de la luna
luminosa en espejos de cristal.
Un deseo de paz en el espíritu
disolviendo lo denso con salud.

Dirigimos al mundo nuestra sed
irradiando emociones de maní.
Nadie puede quedarse en un rincón,
enredado en la nube sin un puente.
Recuperemos luz al respirar
olas con espirales hacia Urano.

Yacemos bajo el sol en un noray.

Atrapamos imágenes, belleza,
murmullos en la noche de Mirzam
ondeando banderas sin un muro,
restituyendo el círculo al azar.

Enlacemos las manos en la nave
navegando en las playas de carmín.

Deseamos ser ángeles en red
orando con palabras de otro reino
sumergido en el agua de diamantes.

Miramos el futuro hacia Alnilam
imaginando un árbol, colibrí,
lluvia sobre azurita sideral.

Damos a los que aman sin maldad
intuiciones y esencia de alhelí
en la hora suprema del café
con amistad, instantes y un tictac
imantando el gran don de un zahorí.
Osamos ser veloces como el viento
con instinto ancestral en un vivac,
hasta la estrella blanca de Zaniah
oculta como quark de fuego arcaico.


Ana Muela Sopeña

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Mirzam: Estrella de la constelación de la Osa Mayor.
Alnilam: Estrella de la constelación de Orión.
Zaniah: Estrella de la constelación de Virgo.


__________


Feliz 2018 a tod@s...

domingo, 24 de diciembre de 2017


FELIZ NAVIDAD



BIPOLARIDAD

*
Las luces de los árboles nos hablan
de la extraña alegría de los zombis.

Fachadas con guirnaldas
envueltas en la magia artificial.

Al mismo tiempo vemos a mendigos
pidiendo por las calles
una moneda única y pequeña.

Niños que adoran los juguetes
observan en las tiendas sus caprichos.

Los bancos de alimentos nos recuerdan
que hay millones de personas
en paro y con pobreza energética.
Sin comer casi proteínas
para sostenerse en el progreso.

Las noticias de muertes y atentados
nos llevan por los círculos
de la indefensión y del dolor.

Turrones, polvorones, dulces, tartas,
bombones y galletas navideñas.
Mazapán y recetas
para sorprender a la familia.
Dulzura insostenible
como sustituto del vacío.

El mundo está en el caos
pero todos decimos a los otros:
"te deseo lo mejor".

Mientras,
los informativos
nos llenan la cabeza de violencia.
A veces nos parece
que nuestra realidad
es como un film
de la más refinada
ciencia ficción de serie b.

La Navidad nos llena de bondad
pero cuando termina
somos los mismos monstruos
carentes de empatía.

Estos fuertes contrastes
se repiten cada año.
Nos volvemos confusos,
algo desorientados
para reflexionar sobre estas cosas.

Y los niños disfrutan de la magia
con sus lindos regalos,
el árbol con adornos,
los juegos sin horarios,
las compras infinitas...

El eterno retorno...
la bipolaridad de nuestras vidas
cargadas de consumo y de deseos
al tiempo que también
los huecos se hacen grandes
y no sabemos cómo conseguir
la plenitud soñada.


Ana Muela Sopeña

sábado, 23 de diciembre de 2017


LOS AMANTES

*
Los amantes de fuego
comenzaron su hermosa evolución
en el estallido del Big Bang.

Allí se hicieron siempre inseparables
por siglos y milenios,
por eras y períodos eonarios.
Se encontraron en átomos vibrantes
calientes como soles.
En caminos de magia sideral
fueron las reacciones
de singularidad
en el espacio tiempo de la sombra, más allá de la luz:
protones, electrones y neutrones.
Los quarks y los bosones
en su abrazo de núcleo protector.

Los amantes de tierra
habitaron los clanes paleolíticos.
Cazaron y soñaron con el frío
bajo estrellas, en bosques con escarcha.

Se forjaron en noches, con sus días,
mientras curtían pieles
para sobrevivir heroicamente.

Los amantes de aire
crearon con palabras
los mitos del romance sin final.
Más allá de relojes y de ciclos.
Desde miradas suaves y furtivas
hasta los huesos blancos
en los cementerios de cenizas.

Los amantes de agua
se buscan a través
de las reencarnaciones
en distintos planetas habitados.
En dimensiones cuánticas
y en dimensiones sólo observables.
Capturan esa unión de los contrarios
que les llena de vida y esperanza...
y luego se separan
como si nada hubiera sucedido.
Se besan y se aman.
Se entrampan y se matan.
Se hablan en susurros
y al final se castigan
con gritos infernales o el silencio.

Los amantes no saben de la Historia.
Su historia personal es la que cuenta,
pero a veces empiezan y terminan
para formar la trama
del teatro del mundo.
Definir el azar
como un destino único
en las líneas maestras
del devenir eterno del amor...


Ana Muela Sopeña

EL SILENCIO

*
El silencio es la esfera de la vida
donde podemos ser sólo de agua
y mirar la belleza de las cosas
más allá del estatus...

Cuando brindamos todo
con nuestras manos áureas
encontramos la llave
que abre los portales del amor.

En la profundidad de lo que es
sabemos que la luz es nuestra aliada
para soñar despiertos con la paz.

Entonces,
el mundo es amistoso
más allá de los pactos y traiciones.

Alumbro el cuerpo lúbrico
de la diosa de fuego que me invade.
Mientras...
veo el instinto de la herida
disolviéndose en blancas nebulosas
del universo cuántico.


Ana Muela Sopeña

jueves, 21 de diciembre de 2017


SOLSTICIO DE INVIERNO

*
La mirada de sombra
se pierde entre los árboles
de la ciudad dormida en laberintos.

Transeúntes por calles y por plazas,
extraviados con rostros impasibles,
que traspasan el frío de diciembre.

El solsticio de invierno nos arropa
con sus brazos de luz en el crepúsculo.

Una mujer camina suavemente
mirando escaparates de las tiendas.

Un niño abre los ojos expectante
frente a jugueterías con sus luces.

Sueñan siempre los hombres que son hombres
mientras rompen los pactos tan sagrados.

Hay mujeres que aman sin llorar
y desnudan su alma frente al lago.

Las parejas se besan en portales
huyendo ciegamente
del pánico que vive en lo ancestral.

Imagino el instinto sin disfraces
expresar la belleza de lo puro.

Espejos de visiones
adoran la canción de la niñez.


Ana Muela Sopeña

martes, 19 de diciembre de 2017


EN ACERAS SILENCIOSAS

*
Siento el frío en aceras silenciosas
mientras la noche sigue su trayecto
adherido al amor de los que aman.

Todo va sucediendo sin un guion,
en  mitad de las nubes,
al tiempo que la lluvia nos invade.

Viaja el otoño en páginas de niebla
desentrañando el plan
de los nostálgicos.

Pronto vendrá el solsticio del invierno
y la belleza lúdica
será como la nieve en el exilio.

Una mujer de sueño
alimenta utopías mientras duerme.

Los niños en los charcos,
con sus botas de agua,
nos recuerdan la infancia...

Las calles se asemejan a la bruma
y a esas fotografías color sepia
guardadas en un álbum del desván.

Un zumbido en lo oscuro
me trae otras visiones desarmadas
de esta ciudad de ensueño.

Espero muy despacio
las palabras que buscan el poema
para decir aquello que olvidaron
en el extravío del temor...


Ana Muela Sopeña

lunes, 18 de diciembre de 2017


ADIÓS

*
Al terminar la luz viene la sombra
divorciada de toda aquella red,
imaginada en mundos de maní.
Olas de la ciudad llenas de lodo
sumergido en escamas de serpientes.


Ana Muela Sopeña

TRES MINUTOS

*
Todo desaparecerá bajo la niebla
cuando el Océano Pacífico
sea una isla de plástico
y el cesio y el estroncio
derramen su lluvia ácida
sobre las almas grises de los hombres.

Futuro en sombra
en los sueños velados.
Ciencia ficción.

Pensemos en nosotros y en la Tierra
ahora que todavía
faltan tres minutos,
en el tiempo geológico,
para llegar al Apocalipsis.

Aúlla el lobo
en el bosque encantado.
La luna negra.
Distopía feroz,
las líneas rojas.

Seamos cada día
el cambio necesario
para sobrevivir como una especie
que está en peligro de extinción.

Una tortuga
camina lentamente
para avisarnos.

Elevemos las voces
en un clamor unánime
para que exista algo en el futuro,
más allá de las balas y lo tóxicos
en el único planeta que tenemos,
nuestro precioso hogar amenazado.

Respiración
con las manos unidas.
Fraternidad.


Ana Muela Sopeña

CAMALEÓN

*
Camaleón de niebla
agazapado entre las sombras
de la ciudad oscura y subterránea
donde la nada finge
proximidad con las palabras.

Animal de sangre fría
luchando con la hipotermia
en el árbol de la hipnosis.

En el pabellón del sueño
todo se puede tocar
con la boca o con las manos.

Triunfan estatuas de sal
más allá de los vestigios
de leyendas de pasión.

Reptil arcaico de lluvia
esperando la llegada
de su siguiente víctima.


Ana Muela Sopeña

SIEMPRE LA BELLEZA

*
Siempre la belleza me impulsa con su norte. La dirección alada de Alpherat, la ruta singular de lo que inspira, el amor de la luz, más allá de caminos rutinarios y de vías trilladas. Siempre la belleza... como diosa genuina de mi bosque.


Ana Muela Sopeña

LUNA NEGRA

*
La luna negra
se parece al misterio
de lo magnético.


Ana Muela Sopeña

UNA VUELTA MÁS

*
"Pues la belleza no es nada sino el principio de lo terrible, lo que somos apenas capaces de soportar, lo que sólo admiramos porque serenamente desdeña destrozarnos. Todo ángel es terrible."
Rainer María Rilke. Primera elegía. Elegías de Duino.



Gira una vuelta más
el misterio terrible de la sombra.
Veo un camaleón
adherido a las grietas
de la pared bastarda.

Avanzo por fisuras
y precipicios sobrios
hacia el enigma único del viento.

Luce un ámbar
con todo su fulgor
en la arena que late en el desierto.

Vuelve a girar lo oscuro
sobre la ondulación del gran enigma.

El ojo de los dioses
observa pensativo
los pasos del deseo.

Se abre un umbral de estrellas
en el secreto íntimo del orbe.

Gira otra vuelta más
la espiral de lo denso
sobre las manecillas del reloj.

El instinto del hambre
se parece en el sueño
a los depredadores
del bosque inanimado.

Zorros, lobos y buitres
hacen su aparición en el acecho.

El lodo se hace eco
de las pesadillas de la infancia.
Gira otra vuelta más
y la belleza
se transforma en un monstruo
de la zona abisal.


Ana Muela Sopeña

sábado, 16 de diciembre de 2017


SUBURBIOS

*
Recorro los suburbios de la ciudad desnuda
y me veo en la sombra del espejo,
secuestrada por lobos.

Todo se ha hecho muy sórdido
en futuros de niebla
que ya no existirán pese a las lágrimas.

El tiempo se ha doblado
por la línea sujeta
a las maquinaciones
del hombre alexitímico del túnel.

Subterránea me pongo a deambular
por laberintos ebrios de deseo.

La urbe es como un parque de atracciones
donde el peligro es base
de lo superficial y lo anecdótico.

El hombre de las vías es el mismo
que tiene alexitimia
y pasa por un túnel de silencio.

Baja del tren que alumbra
las pesadillas de la infancia.
Se va de la estación
hacia ninguna parte...


Ana Muela Sopeña

TRANSMUTACIÓN

*
La luz
que no puede ser transmutada
no es la verdadera luz,
sino la sombra del engaño.


Ana Muela Sopeña

NEBULOSAS

*
Nebulosas de sueño
alimentan mi espíritu ancestral
en conexión con las galaxias.


Ana Muela Sopeña

NUMEN

*
El numen del dolor es pasajero
como efímera es
la vida en su conjunto.

Al principio es la sombra que corroe
nuestro espíritu herido por el tiempo.
Después la sal despierta nuestra alma
y caminamos ciegos
hacia el umbral del hambre.

Poco a poco la bilis se atempera.
El daño se va haciendo algo más leve
y fluye la esperanza.

El numen del dolor nos hace humildes,
nos baja sin excusas
del pedestal absurdo del gran ego.

Las lecciones se viven
con la densidad de la ocasión.

Cuando pasan los meses o los años
llega la indiferencia
donde antes hubo herida.
Acontece lo neutro, lo impasible,
en el lugar del trauma.

El hielo es como un fármaco certero.
Nos permite vivir
en mitad de un volcán en erupción.
Muertes, separaciones y traiciones.
Todo es como el nigredo
en el horno supremo de la alquimia.

Después de los procesos
sólo nos queda el oro,
para soñar conscientes con el amor primero
y la creación de las galaxias.


Ana Muela Sopeña

viernes, 15 de diciembre de 2017


TIEMPO INVISIBLE

*
Cae la lluvia suave sobre el sueño
mientras mi piel descubre la tristeza
en la ciudad que sabe de secretos,
en el tiempo invisible.

Duerme la voluntad sobre las nubes
con el agua cubriendo
esta desolación, este desgarro,
en la desnudez del abandono.

Intuyo en los suburbios
las aceras que buscan redención
más allá de los límites del ego,
en las horas robadas a la ausencia.

Escapo de lo sórdido sin máscaras,
huyo dentro del fuego de la herida,
he de sentir el numen
del ángel de la sombra sonriéndome.


Ana Muela Sopeña

DE HERIDAS

*
La noche sabe de heridas en el alma y en el cuerpo. Todo parece una escena de película francesa. Escucho el rumor del agua y los barcos en la ría. La belleza de lo oscuro, el sonido de los coches. La noche sabe de sangre detenida sobre el llanto y de las lágrimas negras que interpretan la tragedia. El tiempo ya no me ayuda con sus horas y campanas. Todo se ha vuelto de aire en el pabellón del trueno. La noche ya no respira mientras miro sin mirar el pasado evanescente, las historias de mi vida. Recuerdo los cantos tristes en las calles silenciosas, el olvido de los muertos, las palabras de lascivia. La noche sabe de heridas enredadas en las nubes y yo me voy disolviendo en las páginas de otoño; para convertirme en nadie, para convertirme en nada.


Ana Muela Sopeña

miércoles, 13 de diciembre de 2017


EN LA LUZ TENUE

*
I

La nostalgia traspasa
el muelle sumergido en la luz tenue
y la melancolía de los barcos.

II

Edificios de sombra en la distancia
reflejan las estrellas
en la iridiscencia de los sueños.

III

Un banco solitario me recuerda
la invisibilidad de la mirada.

IV

Silencio sepulcral bajo las nubes
divisando la luna traicionera.

V

La mujer de la niebla
abraza quietamente
el brillo de la herida.

VI

El hombre de la bruma
casi no se distingue
de las siluetas de los árboles.

VII

Hay un gato maullando en una esquina.
Espera en su refugio,
en este otoño frío del exilio.

VIII

A lo lejos se escuchan los motores
de los coches que pueblan utopías.

IX

El instinto del agua es como lluvia
que penetra despacio
en la sangre adherida a los relámpagos.

X

Humedad de la noche
mientras una pareja
se va difuminando poco a poco
y se adentra en el mundo de la nada.

XI

Música de Satie
sobre un puente que adora su destino
en la madrugada del amor.

XII

El misterio vacía
su atmósfera de búhos,
al tiempo que la escarcha
desafía al temblor del infinito.


Ana Muela Sopeña

martes, 12 de diciembre de 2017


DICIEMBRE

*
Diciembre es el mes más solitario.

El aire va enfriándose muy nítido
y parece sentirse en las entrañas
antes de la llegada del solsticio.

Se dan cita en sus días
dos estaciones cíclicas:
otoño melancólico
e invierno subterráneo.

La gente se introvierte
mientras camina rápido por calles
hacia ninguna parte.

Las compras navideñas son la muestra
de nuestra sociedad tan consumista.

Se acumulan las cosas
en las estanterías de los sueños,
mientras los ojos buscan sin gran éxito
el sentido real de la existencia.


Ana Muela Sopeña

SUEÑOS POSTERGADOS

*
En la noche que sabe de recuerdos
los sueños postergados se hacen sombra
sobre historias de cuerpos y de labios.

Un murmullo en la herida más profunda
adora la canción de medianoche
en aceras clandestinas.

Hace frío y la lluvia se detiene
tras los cristales ebrios de caricias.

El mundo en sus latidos
respira sin saber adónde va,
como mi alma gélida
que se pierde en relojes de las plazas,
en la lejanía silenciosa
de gatos que se esconden bajo arbustos
o coches aparcados en quietud.

En lo oscuro hay un perro
que ladra en las guaridas solitarias
y nos salva del vacío.

Las calles permanecen
en su humedad de espejo
adheridas al sonido de la bruma,
espectrales en su nítida belleza
como fantasmas mudos de la ausencia.

Todo se precipita sobre el caos
y la playa dormita
sobre palabras duras
que jamás debieron pronunciarse...


Ana Muela Sopeña

AMOR EN SOMBRA

*
Amor
en
sombra
en
la
nada
perdida
en
el
adiós.


Ana Muela Sopeña

NIJINSKY

*
El dios de la belleza es mi habitáculo
que busca en la locura de la danza
la consagración a lo sagrado.

Ritmo
ancestral como el árbol del placer.

Fuego
que va quemando mi carne
saturada de amor inmarcesible.

Tierra
humedecida por los cuerpos de los faunos
en un lago
de cisnes y nenúfares.

En la masturbación
encuentro el centro
de la orgía ritual de la mandrágora.

Aire
para volar desnudo entre las nubes.

Agua
desolada en el vórtice
de la raíz primera.

Me abandonó la luz
en un siniestro acto de lujuria.
Tuve el mundo a mis pies
y lo perdí.

Serguéi
me destruyó con frío de iceberg.

Pulszky
me
condenó
a
reptar
entre
las
sombras.

Manicomios con lunas
espectrales.
El círculo enlazado
con el infierno del vacío.
La búsqueda del Grial en su fin último,
los números sagrados.

Dicen que soy idiota o estoy loco,
mas sólo soy un hombre incomprendido.
Se han inventado - ado
la otra realidad - idad
de mi ser crístico,
como si fuera el germen
de un tronco destruido por el rayo.

Relámpagos de sueños sumergidos
en noches de visiones
nómadas
lluviosas
infinitas
consteladas por hilos siderales.

Yo,
Vaslav Nijinsky,
he vuelto del pasado,
del abismo sutil del inframundo,
para empezar de nuevo
la danza del amor evanescente
y el temporal del arte...

Anónimo, cual dios desconocido,
me recreo en el líquido amniótico
y en la antorcha del mundo me reencarno.


Ana Muela Sopeña

FUEGO Y SOMBRA

*
Miro al horizonte con luz de mar
para recordar el calor del sol
y así saber que la vida es fugaz
como el árbol del mundo
en la luna azul.

Todo lo que vi era de fuego y sombra
en el tren cargado de sueños lúdicos
pero al despertar
en la cueva profunda
no pude mirar el abismo de sal.


Ana Muela Sopeña

PLEGARIA GALÁCTICA

*
Madre estelar,
que tu aliento divino nos ayude
a discernir en el caos de la tormenta.

Padre galáctico,
danos siempre el valor para soñar
una vida de humanos, no de máquinas.
Ata nuestros caminos a la luz
más allá de tinieblas.
Que la belleza etérea nos rodee.
Que podamos crear cada minuto
en sincronía abierta con el cosmos.
Que resuenen los mundos consagrados
en nuestros corazones de guerreros.
Que respiren los púlsares el aire
de los misterios llenos de guardianes.
Que podamos andar libres de humo
a través de senderos
de solidaridad y ayuda mutua.
Que todo lo que existe nos recuerde
la esencia inagotable de lo eterno.
Que el bien nos encamine hacia el umbral
más allá de las leyes del Talión.
Que el tiempo desintegre la venganza.
Que escuchemos al otro y nos escuche
para solucionar cualquier conflicto.




Ana Muela Sopeña

LÍNEAS DE TIEMPO

*
El tiempo se desliga de la historia.
Avanzamos desnudos por la línea
que nos lleva al lugar
de la nueva frecuencia.

El momento es ahora,
los cronómetros suenan en el alba...

Vivir ensimismados en lo oscuro
oyendo las noticias de las nueve,
con el miedo como aliado de la herida
y la desesperanza en la piel híbrida.

O...

Abrazar las estrellas del espíritu
y amar la creación inquebrantable,
anidando en los campos de plegarias
y sonreír al mundo
protegiendo a los árboles
de la tala psicópata y altiva.


-----

El instante es de oro y ya no hay bruma
en la decisión de los que sueñan.


Ana Muela Sopeña

ALFABETO DE LA TRAICIÓN

*
A de abandono

Abandono en la sombra del encuentro
con la cenizas llenas de mentiras
en mitad de la cópula encubierta
como ritual perverso del poder.

B de brutalidad

Brutalidad labrada en la penumbra
antes de que las sombras te perdieran
en la sordidez de lo escabroso.
Entendimiento tácito del mundo
como un teatro lleno de los símbolos
que alimentan la voz de los diablos.

C de cabronazo

Cabronazo es el hombre que hace suyo
el papel del actor tan disociado
y sostiene que eso
es la vida,
llena de los tormentos sin escrúpulos
en mitad de la niebla.

D de desolación

Desolación en fases de locura
para engañar a todas las mujeres
sin que se note casi que es ficción.
Traumas aderezados en la noche
de donde el cabronazo saca fuerzas
para seguir "jodiendo"
a sus dos víctimas:
la que terminará en el basurero
y la que adorará al varón fetiche.

E de errático

Errático camina el hombrecillo
por las calles sumisas de la urbe,
más allá del amor enrarecido,
enganchado en espejos
de soledad herida por la historia.

F de frustración

El humano es la víctima sin tiempo
que pasa por los traumas de la infancia
mientras la frustración se va fraguando.

G de gárgolas

Las gárgolas del mundo están ahí
para desbloquear el llanto iluso
de las enamoradas de los ídolos.
El círculo infinito del abuso
se compone de víctima y verdugo
pero todo es un juego algo dual,
ya que el verdugo es víctima también
y la víctima agrede cuando puede
a los que son más débiles.

H de hijo de la gran puta

No es que su madre sea una gran puta,
puede ser una santa.
Tampoco es que las putas
sólo gesten cabrones.
Es que el cabrón
sin alma nace siempre
de una puta simbólica
y abandona las sombras para ser
integrado en el mundo de lo sórdido.

I de imbécil

El hombre imbécil sabe lo que hace
para ser más imbécil,
mientras que la mujer no sabe lo que hace
para convertirse en una imbécil.

J de jauría

Por la ciudad oscura
deambula el hombre gris y se entremezcla
con jauría de perros y de lobos.
El grito más atávico pervive
en su garganta agónica...

K de kárate

La lucha entre los sexos
es como esos combates
de kárate o de judo.

L de látigo

El hombre de la lluvia
maneja con prudencia
el látigo de fuego.

M de mazmorra

Mujeres encerradas en mazmorras
se liberan despacio de cadenas.

N de nadie

Nadie vive en las cuevas del dolor.
Todo se va cayendo cada noche
por diccionarios híbridos de agua.

Ñ de otoño

La estación del otoño
es el tiempo desnudo
de las rupturas imprevistas.

O de oscuridad

La oscuridad se cierne
sobre el hombre que busca la belleza
en cada mujer agazapada
en la niebla que sabe de locura.

P de putada

La putada es que todo se termine
como si hubiera sido nada.
Un corte por teléfono es brutal.
Alucino con esto.
Pero es lo que hay
y aceptarlo es parte ineludible
del aprendizaje de la vida.

Q de quejido

La voz de la verdad es un quejido
que parte el corazón
en mil trozos de sueños imposibles.

R de ritual

El ritual del amor sabe de inicios
pero en las despedidas
jamás sabemos cómo comportarnos.

S de sadismo

Precipicios de lodo
se integran con sadismo
en mitad de la ruta de la vida.

T de turbio

Todo se va anegando en el silencio
en el camino turbio de la herida.

U de ultraje

El amor es un juego solitario
cuando el ultraje busca su venganza.

V de víbora

Cuando alguien hace tiempo te salvó
nunca piensas
que en algún momento
se convertirá en una víbora.

W de Wi-fi

A través del instante de los sueños
un pájaro hecho Wi-fi
observa la canción de la tristeza.

X de xilófono

La música del agua
se parece a un xilófono electrónico
que avisa con sus tonos del adiós.

Y de yeso

La máscara mortuoria es de yeso
y refleja el instinto del futuro.

Z de zigzag

Todo se mueve en líneas de zigzag
a través del espacio y el tiempo
en las dimensiones del amor.


Ana Muela Sopeña

martes, 5 de diciembre de 2017


VIAJE SIN RELOJ HACIA LA NADA

*
Un viaje sin reloj hacia la nada
progresa ciegamente en el reflejo
de los charcos amados por la lluvia.

La ausencia se apodera de los árboles
y mi alma contempla en lejanía
el poder silencioso del vacío.

La soledad se muere por los pórticos
y lucha por tejer entre las nubes
el sentimiento puro de la infancia.

Abrazo este momento melancólico
y recojo las flores ya marchitas
de nuestro encuentro lúdico
a través de las huellas del crepúsculo.

El dolor va adueñándose de todo
y diviso ese muro inexpugnable
del que siempre me hablabas...

La niebla se ha tornado casi onírica
y el adiós dominado por los astros
es sólo la ilusión de los cobardes,
porque eso es lo que somos, nada más...

La ciudad,
como escenario íntimo de nuestros besos lúbricos,
se ha quedado muy fría.

Pronto llegará la navidad.
Las luces de los árboles:
adornos sin sentido para muchos.

Mientras la nieve blanca, casi azul,
cubrirá mi mirada
y te convertirás en mi memoria
en la imagen de un mundo traicionado...


Ana Muela Sopeña

EN EL ALBA

*
Me refugio en el alba
antes de que las sombras me destruyan.


Ana Muela Sopeña

lunes, 4 de diciembre de 2017


ALPHA

*
Vemos el firmamento y nos sentimos
en el eje eonario de los astros.
Nuestra galaxia brilla como el oro
y nuestra amada Tierra nos protege.

Mitocondrias desnudas en la arena
albergan la canción del universo
que nos une a la danza creadora.

Los mares, los océanos, los bosques
presagian en sus hilos de cordura
el bello amanecer de la conciencia.

Estamos esperando desde siempre
el momento ancestral para mirar
hacia la luz sin mácula del cosmos.

Materia, antimateria, simetría:
el adn humano como clave
para desarrollar la comprensión.

Partículas atómicas de fuego,
subpartículas llenas del enigma
ubicado en neuronas del cerebro:
las neuronas espejo, la empatía.

Nuestro planeta avanza en el espacio
mientras la Vía Láctea nos susurra
las verdades antiguas reveladas.

Un fulgor en el cielo nos recuerda
los púlsares arcaicos silenciados
en las manchas solares y las sílabas
que empatizan sin pánico con todos,
antes de que las cárceles del miedo
nos llevaran por campos de exterminio.

El tiempo es nuestro aliado en la distancia,
en esta mutación alucinante
que nos arroja en brazos del milagro
para ser "Homo sapiens" siderales
en calendarios llenos del asombro.

Espirales de cuásares y estrellas
de neutrones que pugnan por nosotros,
nos avisan de todo lo que existe,
más allá de las celdas de las almas.

El rito del amor, centro galáctico,
nos lleva por caminos de utopías
y nos hace crecer en la esperanza
del cambio evolutivo de la especie.

Lucen entre bosones los zafiros,
diamantes, esmeraldas y rubíes
con las enanas blancas en sus reinos
alimentando el mundo subatómico.

Se presentan las puertas estelares
como umbrales de paz y de hermandad
que nos permiten ser entre maestros
humanos inventores de clepsidras
para impulsar sin frenos el Aleph.

La música de todas las esferas
retroalimenta el mundo cotidiano.

Somos genoma y marca del espíritu,
incapaces de entrar en rendición.
Nos levantamos llenos de alegría
en mitad de tormentas, terremotos
y erupciones volcánicas de fango.

Amamos esta octava y la otra,
subimos por las rutas del espacio
hacia nuevos confines, nebulosas,
asteroides con polvo de cenizas.

Alfabetos galácticos nos piensan
como seres con pulso creador,
llenos de las esencias de satélites
más allá de conflictos por fronteras.

Recordamos el sueño del archivo
oculto en los registros del submundo,
más allá de los límites del tiempo
secuestrado en la sombra por los amos.

La galaxia de Andrómeda nos habla
con su voz sumergida en otra historia.

Nos salimos del cuerpo, casa y patria
para mirar los ojos de la vida
de los antepasados y sus clanes
de caza paleolíticos.

Anhelamos el punto del origen
donde todo es completo, sin heridas.

Amamos las vocales de los púlsares
que nos dejan anclados
en dimensiones libres de cadenas.

Los números solares nos conducen
a la salida de emergencia
por los portales ebrios del amor...

En la luna se observan jeroglíficos
que persiguen la alquimia y creación.

Desde Neptuno llegan otros códigos
de solidaridad entre los seres.

La Tierra vencedora en su gran viaje
nos invita, cautiva, a despertar.


Ana Muela Sopeña

COFRE DE ÁMBAR

*
Guardo en un cofre de ámbar lo vivido.
Es lo que en este instante de penumbra
me sostiene en la luz inextinguible.

Olvido lo terrible,
las palabras tan crueles que laceran,
el punto de lo abyecto en un teatro.

Miro hacia el infinito,
cabalgo en desnudez, sin ataduras.
Me libero de sombras.


Ana Muela Sopeña

ABISMO Y VÓRTICE

*
La calle permanece silenciosa
con el dolor agudo en las aceras
y la respiración entrecortada,
más allá de los árboles.

Todo parece un sueño de la luna,
sumergido en relojes invisibles
que cuestionan la lluvia.

El romance es un cuento prehistórico
que nos conecta siempre con la herida
y el alba luminosa de lo vivo.

La explosión pasional nos electriza,
nos lleva al punto exacto del secreto
donde todo se torna abismo y vórtice.

La ceguera nos hace retorcernos
en los círculos lúdicos del pánico
y esperar lealtad entre las sombras,
en mitad de la noche.

Aguardamos al otro sideral,
que por fin el gemelo nos contenga
en su rostro de luz.

Cuando la oscuridad nos da su abrazo
terrible de la muerte clandestina
a través del instante primigenio
de la disolución en el desierto
sentimos la punzada de la grieta
en nuestra piel de híbridos.

El daño sabe ser maestro y ángel
consagrado a los ojos de los niños
en la licantropía de la urbe.

Todo se va tornando cada día
un lugar en la niebla
nada recomendable para amar.

Se caen por precipicios de conjuros
las palabras tan necias
que saltan entre rocas y espirales.

El instinto es ahora indistinguible
de la traición abyecta de lo denso,
mientras que en el inicio
danzaba en la inocencia
como virgen
protegida con velos
de lo pérfido.


Ana Muela Sopeña

jueves, 30 de noviembre de 2017


LA MANADA

*
Ella deambula ebria por las calles
y lamentablemente
deja de estar en guardia
con los desconocidos.
Encuentra cinco lobos
que parecen licántropos
sacados de un manual.
No discrimina bien
y cree que son humanos.
Su percepción de niebla la confunde.
Inundada de alcohol
no puede darse cuenta...

Con uno de los lobos
charla como si nada.

De pronto todo cambia.

La meten a la fuerza en un portal.
Lo atávico se torna una tortura.

Ella teme a la muerte, está indefensa,
le sobreviene súbito
un estado de shock.

Ellos tienen el rito ensayado.
Se sincronizan bien.

Ella quiere que el tiempo pase rápido.
Recuerda a otras mujeres
enterradas en tumbas
y permanece neutra
sabiendo que la vida es lo que importa.

Quiere sobrevivir pese al infierno.
Como un flash en su mente
ve a Nagore
y a otras mujeres muertas.
Entonces se disocia
y espera que el reloj no se detenga.

Ellos son la manada, están marcados,
con tatuajes que sirven
para identificarlos.
Son monstruos peligrosos.
En Pozoblanco hicieron otro abuso
a una chica que estaba inconsciente.

Ella capta el olor de sus colonias
y teme represalias.
Desea que terminen cuanto antes
para poder vivir
y escapar del lugar,
quitarse el pánico...

Cuando se queda sola
la cordura del frío,
en su embriaguez tan densa,
la hace reaccionar...

está sin su teléfono,
ellos se lo han robado.

Llora sin esperanza sobre un banco.

Allí siente el exilio
de la desolación
y llega una pareja...
Entre lágrimas cuenta
su horrible pesadilla:
la palabra tabú surge en el aire.
"Violación"
miedo
asco,
sensaciones de vértigo y vergüenza.
Ella acude por todas las mujeres,
para que no haya otras,
para que no haya más
víctimas de manadas
de cinco lobos/machos,
a denunciar los hechos
y luego al hospital para iniciar
su proceso privado
para sanar el trauma.
Y sabe que no es ella la única mujer,
que son muchas mujeres
las violadas
en portales oscuros o en cunetas,
en fiestas, casas, ríos, playas, bosques.
Los milenios
regresan con sus signos
de agresiones y abusos
y lucha para ser una persona
abrazando la vida en resiliencia.
Por ella, por su propia dignidad,
por todas las mujeres
y por todos los hombres que respetan
a todas las mujeres...


Ana Muela Sopeña

domingo, 5 de noviembre de 2017


HUESITOS DE SANTO

*
Al llegar estos días del centro del otoño
veo en pastelerías los "huesitos de santo".
Mazapán con membrillo, con yema o chocolate.

Cada año la lluvia
me hace sentir la vida trepidante.

Los pasos desnortados por las calles
de transeúntes gélidos
que a veces van corriendo
como si el tiempo fuera a desaparecer entre la niebla.

Al llegar el uno de noviembre
mi madre siempre quiere merendar
los "huesitos de santo".
Es un ritual sencillo
que me habla en susurros
del paso de los días
y el devenir eterno de los ciclos.


Ana Muela Sopeña

LITURGIAS, SIMULACROS Y RITUALES

*
En el ojo del mundo hay una herida
hecha por los verdugos solapados
que pretenden salirse con la suya:
subvertir el origen de las cosas
para que todo sea un holograma.

Pantomima control del individuo.
En medio de ciudades
la confusión del árbol que seduce
con sus frutos amantes de lo críptico.

Liturgias, simulacros y rituales
para llegar al Nom
en mitad de la sombra y las revueltas,
en un sigilo bien argumentado,
con la ley como arma.

En la mente de Anubis los archivos
de todo lo que existe y existió
más allá del poder, sangre y violencia,
sacrificios antiguos en lo oscuro
con todos los engaños del abismo.

En el ojo de Horus
hay un virus
que ataca a los que miran sin ver nada
y se dejan comer por los demonios.

Papel
piedra
tijera
fruta
falo,
explosión de verdades milenarias.
El tiempo que recorre la existencia
mientras la lluvia cae en el subsueño
y vamos zigzagueando como zombis
con máquinas, narcóticos, frecuencias
de estrellas consagradas a Moloc.

Despertemos del cuento
que nos duerme
como Valium
prescrito por los brujos.


Ana Muela Sopeña

CANCIÓN DE LA OCTAVA GALÁCTICA

*
La ausencia se ha dormido entre las calles
y todo permanece respirando
más allá de la lluvia y sus secretos.

La belleza del agua posee la Canción
de la Octava Galáctica.

Por el aire se extienden los misterios
de las ondas inmersas en lo críptico
por su baja frecuencia.

Nuestro cerebro límbico no puede
procesar por debajo
de las ondas telúricas
salvo que se transmute
más allá de los límites del vértigo.
Las estrellas viajeras nos alumbran
en el trayecto lento hacia la luz.

Para salir del caos hay que soñar
con universos llenos de utopías
fuera de la prisión que nos presentan
como único camino.

Somos los creadores de este tiempo,
cada latido un mundo hacia el umbral
de galaxias abiertas a un futuro
de solidaridad y creación.


Ana Muela Sopeña

UTOPÍAS

*
Se caen por precipicios
el pensamiento crítico y el orden
y toma posiciones el caos sobre la sangre y la memoria.
Angustia en territorio español,
ansiedad en el mundo catalán,
temores ancestrales en la herida
que jamás se curó, sólo en el sueño.
Muere la dignidad
y los perros aúllan en la noche
y el imperio sin ley
se apodera del tiempo.
Un espacio rendido a lo imposible.
Utopías que buscan su fulgor
en la estación de octubre.
El frío, con la lluvia,
se apodera de todas las tristezas.
Se han revolcado en tierra
los pétalos de un mundo ya caduco.
Ganar ganar parece muy difícil
porque se han traspasado
en el vértigo inútil de la tarde
todas las líneas rojas.
Perder perder es sombra de lo ínfimo.
Ganar perder es algo peligroso.
Porque nadie es capaz de alzar el vuelo
cuando muerde la mano de su cómplice..
Perder ganar es simple simulacro
para elevar el número de adeptos.
Sean, la transparencia del discurso,
los motivos del lobo.
Como un extraño grito desde el orbe
se van enamorando multitudes
de los cielos sin luz.
Lo oscuro colectivo ha de volver
por el camino claro de otro sol
para arreglar el humo de tinieblas.
Renazca en nuestras mentes
el discernimiento de lo ético
y la elección correcta de lo íntegro.
Abandonemos pronto
la emoción visceral desorientada
para encontrar sin prisa, como el astro,
la espiral consagrada a la intrahistoria
del nombre sumergido en la penumbra.


Ana Muela Sopeña

sábado, 28 de octubre de 2017


LABERINTO DE TRISTEZAS

*
Las calles se preguntan en la noche
por las luces aisladas de las plazas
mientras caminas solo
por el laberinto de tristezas.

Los árboles sonríen invisibles
más allá del misterio de los bancos
que impasibles esperan
la lluvia subrepticia de lo oscuro.

Todo me habla de ti en la distancia
al tiempo que mi piel se hace de sombra
para susurrarte sin herirte.

Respiro sin saber adónde voy
y recuerdo en aceras
el enigma tardío
de la belleza ciega del otoño.

Este octubre es materia del exilio,
emana los temores de la historia
cada hora transida de recuerdos
en los relojes ebrios
del sueño en la memoria.

El silencio recubre los secretos
que pugnan por salir a plena luz,
para sanar la brecha más profunda
de las falsedades del pasado.

Se entremezclan el humo de las masas,
la fiebre colectiva
de una embriaguez sumida en las tinieblas
con los pasos extraviados
de cada uno de nosotros.


Ana Muela Sopeña

MARIONETAS

*
Nos mueven, nos dirigen, manipulan
como a colgadas marionetas
bajo un cielo oscuro
donde las nubes nos advierten
con sellos apocalípticos
de un futuro posible.

Un rato de cordura sobre el borde
de las plazas cargadas
de banderas que unen y desunen.
Y por encima un firmamento
hecho del material más frío de Saturno:
de la codicia interrogante.
Los unos que se tapan a los otros
los grandes capitales escondidos
mientras las masas piensan que es política
o identidades llenas
de un contenido inmerso en nuestra historia.
Pero no es esa trama la que cuenta,
son los húmedos números de serie
de billetes corruptos en la arena
que dormitan en bancos sin control.
He ahí las cuestiones más candentes
entre socios que simulan sin cortarse
la enemistad feroz y manifiesta.
Detrás del simulacro
los saludos tan cómplices...

Mientras en sombras degolladas
los corderos sufrimos esta angustia.

Nos mueven, nos dirigen y adoctrinan
como a esos personajes de los cuentos
de un escenario callejero de guiñol.

Con palabras vacías,
repletas de un incierto simbolismo
que parece real,
mas sólo es la imagen subvertida
de una matrix virtual
en la distopía más feroz.

Miramos la película bestial
clasificada ya
como ciencia ficción
en este mes de octubre
exiliado en la tristeza.

Todo se va cayendo
por precipicios vanos de preguntas.
En paralelo callan los "uols",
los "áenas", los unos y los otros
sonríen sin tocarse
sabiendo que la furia del instante
disimula su cetro tan corrupto
y el olvido se torna incongruencia...

Contemplo entre la bruma
la cortina de humo más abyecta...


Ana Muela Sopeña

lunes, 18 de septiembre de 2017


VÓRTICES DE NIEBLA

*
Caminas por las calles en tu mundo,
ensimismado en vórtices de niebla
mientras tu corazón en soledad
busca piedras de arena entre los árboles.

Te acercas a los bucles de otro tiempo,
para soñar despierto con las nubes
y vislumbrar las horas del espíritu
cuando todo era simple, como un juego.

Adoras la canción de medianoche
cuando el aire se abisma en el silencio
y las estrellas duermen en su hechizo.

Te empeñas en la búsqueda imposible
de las diosas paganas en la bruma
que te permitan "ser" sin castración.


Ana Muela Sopeña

SIMULACRO

*
El símbolo es el ojo de la noche
que nos revela el mundo cada día
a través de los medios, Internet,
las palabras y números maestros.
Sólo necesitamos ver y oír
para entender los signos de los tiempos.
Rituales en noticias y en anuncios,
liturgias que se esconden en las grutas,
las leyendas servidas en bandeja
mientras comemos, fríos, nuestro almuerzo.

El símbolo es ahora realidad.
Ha suplantado suave a nuestra vida.
Despacio se ha colado en nuestras mentes,
alrededor de músicas y rostros.
Todo con el sigilo de los juegos
desde cuevas ocultas en ciudades
que los turistas quieren visitar.

El símbolo es tan sólo simulacro
de las cosas que pronto llegarán
o quizá exorcicemos con prudencia
mientras nos consagramos a la luz.


Ana Muela Sopeña

viernes, 8 de septiembre de 2017


RECUERDOS EBRIOS

*
La sombra de las casas
desnuda en el silencio la verdad
que la noche persigue
en aceras vacías, donde la luz refleja
la penumbra del sueño inacabado.
Edificios altivos y árboles de lluvia
dejan ver los tejados contra el cielo.
Portales de nostalgia
muestran entre las calles esos miedos
que los hombres susurran
en los recuerdos ebrios de su infancia.


Ana Muela Sopeña

martes, 5 de septiembre de 2017


RESPIRACIÓN DEL MUNDO

*
Me entristece la niebla en el recuerdo de los amigos que se fueron... El sonido nocturno que me inunda mientras las horas pasan lentamente. Respiración del mundo que me deja sin miedo en una esquina, observando las mareas mientras el tiempo habla del eclipse. Imágenes de bruma se agolpan en mi mente y un pájaro de lluvia se libera de máscaras con la intención del sueño. Nadie habla de la muerte imperceptible, pero va deslizándose en trazos de acuarela sobre papeles vírgenes. Exorcizamos el horror en medio del vacío frente a la oscuridad de los que odian.


Ana Muela Sopeña

domingo, 3 de septiembre de 2017


NAUFRAGIO

*
Las calles permanecen silenciosas
ahora que la noche es sólo niebla.
La lluvia va dejando
el humo sumergido en la nostalgia
de la ciudad arcana.
En aceras, las luces,
me hablan del amor y de la muerte
en las horas que pulsan el naufragio.
Los portales del sueño
resbalan con el pánico adherido
al enigma del mundo.
En un taxi va sola y melancólica
la bruma de los días
y la intangible fórmula del alma.
Los relojes de agua se han parado
en el minuto exacto de la herida.
Infinito es el árbol jeroglífico
que oculta los misterios del deseo.


Ana Muela Sopeña