*
El animal que mora en mi interior
me habla de la noche clandestina
mientras la sombra duele en el recuerdo,
en las calles heridas.
Los árboles me miran desde su mundo triste
a través de la lluvia que lamenta
la soledad tan fría en los bancos del muelle,
al tiempo que la ausencia se hace nítida.
Ana Muela Sopeña
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2 comentarios:
Otro gran poema desde la herida, Ana.
Ése último verso me conmueve especialmente, rubrica el poema y hace nítida la herida.
Abrazos.
La soledad es de un tipo cuando la buscas, es de otro tipo cuando te es impuesta por la ausencia de alguien...
Así es...
Abrazos
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