jueves, 26 de enero de 2017

ESPACIO CUÁNTICO

*
A Carlos Perrotti


El tiempo detenido
se pasea desnudo por la herida,
mientras las horas pasan
en mitad de relojes melancólicos.

La estancia llora y cruje en la memoria,
a la vez hay galaxias que laten con la música del agua
y bosones de Higgs esperando el momento
de la liberación hacia su viaje.

Los quarks saben de lágrimas y risas
y miden su eficacia terapéutica
en sílabas de amianto.

Hay púlsares que buscan el instinto
como un diamante puro
en la orfebrería de la vida.

Los neutrinos no saben de destierros,
sólo quieren historias casi oníricas.

Las nebulosas abren los salones
donde un tango cantado
en los arrabales de penumbra
tiene un paralelismo
con la sórdida sombra de un suburbio.

En el espacio cuántico
ya no existe el dolor,
sólo la creación inquebrantable.


Ana Muela Sopeña

2 comentarios:

carlos perrotti dijo...

Gracias una vez más por otra generosa muestra de tu talento, Ana.

Imposible no identificarme (también) con este poema, su atmósfera llena de arcanos guiños como de estrellas que merecerán muchas lecturas para desentrañar significados y admirar cómo está escrito, su cadencia, cómo suena...

Cada vez más en deuda contigo, Ana. Gracias de nuevo.

Ana Muela Sopeña dijo...

Me alegra que te haya gustado este poema.

Un abrazo grande
Ana