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La nieve en el Serantes
desafía al invierno.
Sorprende con su manto de belleza
más allá de los límites del tiempo.
Entre la niebla el frío se hace eco
de todos los misterios más ocultos.
Altivo el Serantes
se alza contra el cielo con las nubes.
La luz deja pasar
la historia contenida en paraísos.
En la contemplación
abarcamos el mundo de la infancia
y vemos solamente
la nítida apertura hacia lo alto.
Se libera la mente
al divisar el monte sin fisuras
en medio del paisaje.
Ana Muela Sopeña
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2 comentarios:
Qué bello lugar de tu poesía, Ana.
Gracias...
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