sábado, 18 de febrero de 2017

JUGANDO A SER ADULTOS

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..... La plenitud del tiempo ya se ha ido en los vórtices lúdicos del mundo. Todo lo que hemos visto nos sorprende con flores de origami, en la sombra dormida en espejos oscuros. Escucho tu misterio en mitad de huracanes y tormentas que buscan en los pactos del agua consagrada a la liturgia la belleza ancestral. Fuimos niños jugando a ser adultos hasta que nos quemamos con el fuego de la melancolía. Quiero ser tu vestal, tu diosa de la historia, tu símbolo divino de la piel. Sólo espero tus gestos, tus señales, ser tu Ariadna moderna, para salir del largo laberinto y llegar al origen de la rosa.
..... Amo tu abrazo fiero, tu beso de satélites lascivos, tus manos en mis manos, con el calor del bosque, con los lobos aullando en la distancia. Amo tus manuscritos de la luz, tus lienzos sin aristas que claman la justicia de los astros, en el germen atómico del orbe.
..... Todo lo que hace tiempo compartimos que vuelva a ser un código encriptado que nos lleve al lugar de los enigmas y nos muestre en la noche un faro entre la niebla.
..... En tu ardiente solar de medianoche encuentro lo sublime de lo arcaico en forma de naufragio existencial. Fuimos adolescentes sin vértigo escondido en la rebeldía de los cuerpos. Invitamos al sueño a exhibir el instinto del crepúsculo, en la depredación y la locura. Fuimos la juventud viviendo entre ecuaciones de números e imágenes inversas.
..... Fuimos la madurez de la confianza clandestina. Ahora sólo nos queda el deslumbramiento de la bruma en calles solitarias.


Ana Muela Sopeña

2 comentarios:

carlos perrotti dijo...

Me gusta mucho también tu prosa poética.

Abrazo.

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, es una alegría que así sea.

Un abrazo
Ana