*
La sombra permanece
en la noche que sabe del abismo
de mi piel desterrada.
Crujen mis huesos solos
en el escondite de la herida.
En mi luna se reflejan las imágenes
de los cuerpos unidos.
Presagio en el silencio
oscuros precipicios
de la ciudad flotante
que abre la luz de todos los relámpagos.
Ana Muela Sopeña
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4 comentarios:
Todo pasa (y queda). Y cuando eso ocurra tus poemas habrán sido (y serán) testigos.
Abrazo, Ana.
Gracias, Carlos:
Hay una moda actual que está proliferando como si de una pandemia se tratara que consiste en no aceptar los sentimientos oscuros (tristeza, desolación, vacío, incertidumbre). Sólo cultivar los sentimientos "positivos".
Pero yo creo que los seres humanos forjamos el carácter no sólo mediante los éxitos sino mediante los reveses de la vida. Los baches, los fracasos, que en realidad no lo son ya que nos hacen aprender y templar el orgullo.
Ahora, mucha gente, tras una ruptura amorosa corre a buscar una nueva pareja o una relación furtiva, ocasional para apagar la tristeza y la desolación. Yo... soy partidaria de vivir todos los sentimientos. Al alma no la podemos engañar. Y... salir poco a poco del valle de las sombras. Salir de un modo real, no mediante la evasión y mintiéndonos a nosotros mismos.
Lo cierto es que la poesía es muy sanadora. Todo lo contiene, todo lo acepta y lo va transformando a través de una especie de catarsis.
Un abrazo
Ana
Irrefutable, Ana, lúcido y sincero análisis. Y también valiente. Atributos de poeta que le dicen.
Abrazo.
Gracias...
Abrazos
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