domingo, 16 de julio de 2017


TU RISA

*
Sonríes a distancia
desde el otro lado de la calle
y te recibo alegre y silenciosa
como una gata en celo.

Me abrazas mientras cruzas el semáforo
y te conecto pronto con el centro
de todo lo que existe en la ciudad.

Tu risa es pasaporte a las estrellas
donde todo es un mundo de origami.
Las horas son de niebla.

Te miro sin rozarte mientas veo
tu energía sutil
en las aceras.

La urbe late al ritmo
de la nostalgia apátrida.

Abrimos nuestros labios con los pájaros
que vuelan en las tardes del estío
trayendo los sonidos desde el sur...


Ana Muela Sopeña

martes, 11 de julio de 2017


MUNDO SIBARITA

*
El tiempo compartido es lo que me une
al mundo sibarita del ensueño.


Ana Muela Sopeña

EL SILENCIO DORMIDO

*
El silencio dormido entre las hojas
me libera de culpas y reproches
ocultos en la vida cotidiana.

Cuando no escucho nada salvo a un pájaro
entiendo que existir es sólo eso,
recostarse en lo eterno, sin codicia,
y respirar despacio con la luz...


Ana Muela Sopeña

SIBARI

*
Me atas con las cuerdas del hechizo
en mitad de la bruma
de una ciudad que late silenciosa
como un gato errabundo.

Te ato con el dulce sortilegio
de los besos robados a la sangre
que pulsa con instintos casi vírgenes,
en la ilusión del sueño.


Ana Muela Sopeña

domingo, 9 de julio de 2017


TRANCE

*
La pasión nos desborda cada tarde
en los pliegues abiertos de la piel,
la sal de las marismas y un volcán
aceptando lo oscuro en sacrificio.

Los jadeos son parte del Big Bang
arrancado a la historia más etérea
del camino del orbe.

Al llegar a la cumbre, los latidos
parecen el encuentro con la magia
de la inocencia pura, sin lascivia,
o la perversidad del inframundo.

Como ángeles caídos
nuestros cuerpos
revientan de placer y de lujuria
en la luz del instante más atávico.

La nieve nos transforma
en seres sombra
plenos de sutileza
en las noches heladas.

Tu boca me secciona como un fruto
mientras susurro el trance de la luna.

Amo cada centímetro de ti,
lo que te hace ancestral rendido al tótem
de la diosa dormida en laberintos.

Espirales de orgasmos nos sostienen
en la cuenta hacia atrás de supernovas,
esa que nos robaron en la infancia.

Adoro de tu ser
la sed antigua:
bebes agradecido los secretos
ocultos en cavernas, con los mitos.

La danza en sincronía es una grieta
que surge colosal entre miradas,
más allá del abismo de la rosa
sumergida en el numen del pasado.

Todo me habla de ti, de tu dureza,
vulnerabilidad en el gran sueño
que reside en las horas del destino.

Adoro esos momentos soterrados
en la herida del tiempo
que nos permiten ser los elegidos,
por un azar sin culpas,
en árboles de abrazos y de roces,
más allá de los hábitos
que transmutan el hambre en amor cósmico.


Ana Muela Sopeña