domingo, 9 de julio de 2017

TRANCE

*
La pasión nos desborda cada tarde
en los pliegues abiertos de la piel,
la sal de las marismas y un volcán
aceptando lo oscuro en sacrificio.

Los jadeos son parte del Big Bang
arrancado a la historia más etérea
del camino del orbe.

Al llegar a la cumbre, los latidos
parecen el encuentro con la magia
de la inocencia pura, sin lascivia,
o la perversidad del inframundo.

Como ángeles caídos
nuestros cuerpos
revientan de placer y de lujuria
en la luz del instante más atávico.

La nieve nos transforma
en seres sombra
plenos de sutileza
en las noches heladas.

Tu boca me secciona como un fruto
mientras susurro el trance de la luna.

Amo cada centímetro de ti,
lo que te hace ancestral rendido al tótem
de la diosa dormida en laberintos.

Espirales de orgasmos nos sostienen
en la cuenta hacia atrás de supernovas,
esa que nos robaron en la infancia.

Adoro de tu ser
la sed antigua:
bebes agradecido los secretos
ocultos en cavernas, con los mitos.

La danza en sincronía es una grieta
que surge colosal entre miradas,
más allá del abismo de la rosa
sumergida en el numen del pasado.

Todo me habla de ti, de tu dureza,
vulnerabilidad en el gran sueño
que reside en las horas del destino.

Adoro esos momentos soterrados
en la herida del tiempo
que nos permiten ser los elegidos,
por un azar sin culpas,
en árboles de abrazos y de roces,
más allá de los hábitos
que transmutan el hambre en amor cósmico.


Ana Muela Sopeña

2 comentarios:

carlos perrotti dijo...

Imposible sintetizar lo que me has hecho sentir con tu poema, Ana. Transmites el goce de vivir con poesía tu cotidianeidad. Hace frío en Buenos Aires y uno siente la honda tibieza con la que has sentido, percibido y escrito... Qué bueno despertar y leerte tan bien. Ana.

Abrazo feliz de saberte allí de nuevo, siempre.

Ana Muela Sopeña dijo...

Muchas gracias, Carlos:

Tus comentarios me hacen soñar...

Me alegra mucho que te hayan gustado estos versos.

Besos agradecidos
Ana