*
Sonríes a distancia
desde el otro lado de la calle
y te recibo alegre y silenciosa
como una gata en celo.
Me abrazas mientras cruzas el semáforo
y te conecto pronto con el centro
de todo lo que existe en la ciudad.
Tu risa es pasaporte a las estrellas
donde todo es un mundo de origami.
Las horas son de niebla.
Te miro sin rozarte mientas veo
tu energía sutil
en las aceras.
La urbe late al ritmo
de la nostalgia apátrida.
Abrimos nuestros labios con los pájaros
que vuelan en las tardes del estío
trayendo los sonidos desde el sur...
Ana Muela Sopeña
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4 comentarios:
Ya el poema todo, pero "Las horas son de niebla" es un verso que me conmueve hasta el alma.
Gracias, Ana. Abrazo.
El amor llega de diferentes formas...es el motor que nos hace vivir o morir.
Letras que llegan palpitantes de emoción.
Un abrazo grande Elsa
Me encanta, se respira ciudad y días y manos que se juntan y se separan y sucesos de calle. Bello.
Saludos, Nahuel.
Gracias, Carlos, Ceciely y Nahuel, por leerme y brindarme vuestras palabras.
Besos
Ana
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