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El símbolo es el ojo de la noche
que nos revela el mundo cada día
a través de los medios, Internet,
las palabras y números maestros.
Sólo necesitamos ver y oír
para entender los signos de los tiempos.
Rituales en noticias y en anuncios,
liturgias que se esconden en las grutas,
las leyendas servidas en bandeja
mientras comemos, fríos, nuestro almuerzo.
El símbolo es ahora realidad.
Ha suplantado suave a nuestra vida.
Despacio se ha colado en nuestras mentes,
alrededor de músicas y rostros.
Todo con el sigilo de los juegos
desde cuevas ocultas en ciudades
que los turistas quieren visitar.
El símbolo es tan sólo simulacro
de las cosas que pronto llegarán
o quizá exorcicemos con prudencia
mientras nos consagramos a la luz.
Ana Muela Sopeña
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2 comentarios:
Me vuelan la cabeza tus versos de concentrada introspección y sabiduría.
Para leer y releer de corazón.
Abrazo, Ana.
Muchas gracias, Carlos, por venir y regalarme tus palabras.
Un abrazo enorme
Ana
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