*
Recorro los suburbios de la ciudad desnuda
y me veo en la sombra del espejo,
secuestrada por lobos.
Todo se ha hecho muy sórdido
en futuros de niebla
que ya no existirán pese a las lágrimas.
El tiempo se ha doblado
por la línea sujeta
a las maquinaciones
del hombre alexitímico del túnel.
Subterránea me pongo a deambular
por laberintos ebrios de deseo.
La urbe es como un parque de atracciones
donde el peligro es base
de lo superficial y lo anecdótico.
El hombre de las vías es el mismo
que tiene alexitimia
y pasa por un túnel de silencio.
Baja del tren que alumbra
las pesadillas de la infancia.
Se va de la estación
hacia ninguna parte...
Ana Muela Sopeña
sábado, 16 de diciembre de 2017
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2 comentarios:
"Subterránea me pongo a deambular
por laberintos ebrios de deseo..."
Eso hace tu poesía todo el tiempo, amiga, ya sea con versos de exploradora, musa, sacerdotisa, guerrera...
Abrazo grande, Ana.
Me alegra que así lo veas...
Un beso
Ana
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