miércoles, 10 de enero de 2018

HORAS DE VISIONES

*
Las calles permanecen silenciosas
mientras los pájaros nocturnos
inundan con sus trinos
la oscuridad de bruma.

Las aceras dormitan bajo lluvia
con susurros de árboles
que respiran enigmas
abrazados a horas de visiones.

Veo un escaparate de una tienda
con un cartel que dice:
"Se alquila" y un teléfono.

Fue una tienda de ropa singular.
Más cara que los bazares de los chinos
pero mucho más barata
que el resto de las tiendas.
Poco a poco perdió a sus clientes.

Ahora el local está vacío.
Nos recuerda la crisis
y un proceso que avanza sin parar:
la globalización.

Los lugares se van quedando solos
anclados en el tiempo trepidante
del dinero moviéndose
con abundancia y plenitud.

El frío nos recuerda la belleza
del misterio rendido al infinito.

Una plaza desierta
no olvida la canción de la nostalgia
prendida a toboganes y columpios
en un parque infantil abandonado
a la soledad de los suburbios.


Ana Muela Sopeña

2 comentarios:

carlos perrotti dijo...

...Había que recuperar el aliento después de tus últimos poemas, amiga.

Otra de tus bellas crónicas de recorrida por las calles (interiores) que hasta te llevan a la patria primera (decía un poeta) la infancia.

Otro poema cargado de "belleza rendida a su infinito misterio" para parafrasear un de tus inolvidables versos.

Enhorabuena! Abrazo que llegue hasta allá, Ana.

Ana Muela Sopeña dijo...

Las horas nocturnas siempre son de visiones...

Me alegra que este poema te haya gustado.

Besos y gracias por tu efusivas palabras.
Abrazos también
Ana