jueves, 22 de marzo de 2018

ÁRBOL OSCURO

*
A Alejandra Pizarnik

I

Yo dibujé un árbol,
oscuro
como la tierra en sus raíces,
y tiré de su historia
para llegar al centro de las sombras.

II

Después quise volar por la galaxia,
sintiendo de las nubes
su asombro almidonado.
Ascendí por estrellas, nebulosas
y la luz primigenia de los átomos.

III

Conocí la belleza de las piedras,
escondida en fisuras del espejo
y me acordé de ti, dulce Alejandra.
Supe de tus horas insomnes,
exiliada en tus lágrimas
de mujer sumergida en la nostalgia.

IV

Abandoné el dolor entre las olas,
en un mar de visiones,
envuelto en sortilegios de penumbra.
Me leí tus poemas
y sentí lo profundo de la vida
en tus palabras llenas de presagios.

V

De pronto vi en los ojos de mi gato
una luz cegadora,
anclada en los recuerdos de la infancia,
venciendo a las mareas
con el deslumbramiento de lo íntimo.


Ana Muela Sopeña

4 comentarios:

carlos perrotti dijo...

A Alejandra también le habría encantado.

Magnífico poema, Ana. Abrazo grande.

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Carlos:

Me alegra saberte como lector...

Un abrazo
Ana

carlos perrotti dijo...

Volví a leerte... me llevo esta joya.

"De pronto vi en los ojos de mi gato
una luz cegadora,
anclada en los recuerdos de la infancia,
venciendo a las mareas
con el deslumbramiento de lo íntimo."

Abrazo!

Ana Muela Sopeña dijo...

Es que los gatos son mágicos...

Gracias por volver.

Un beso grande
Ana