miércoles, 11 de abril de 2018

CUANDO TODO SE DERRUMBA

*
Cuando la vida nos invade en medio del dolor y la nostalgia
nada puede pasar sin heridas mientras todo en el mundo es de barro.

A veces la belleza del naufragio se parece a esos sueños
donde todo se ha perdido incluso el hambre,
pero persiste la mirada,
siendo los límites del vértigo el silencio y los enigmas del vacío.

Una lágrima puede morir en la distancia de la sombra
y adentrarse en el desierto de otro cuerpo
al penetrar
en el territorio del mutismo.

Cuando todo se derrumba
el observador se hace de agua
y las mentiras se diluyen entre burbujas de visiones.

Sobre la estrella del amor el transeúnte apaga su ansiedad existencial;
mas la ceniza llega y rompe el código,
porque todo es efímero...


Ana Muela Sopeña

2 comentarios:

carlos perrotti dijo...

Tan cierto. Todo es tan efímero, tanto que cualquier cosa puede al instante siguiente ya no ser lo que era. Hay quienes detectan esto en su cotidianeidad. Otros lo sufren. A algunos inclusive les resbala que las cosas puedan ser de esa manera. A mí me pasa, lo veo, en sentimientos, opiniones... Todo es tan efímero como cambiante.

Abrazos, Ana. Me has hecho sentir y pensar con este gran poema.

Ana Muela Sopeña dijo...

Así es, todo es muy efímero. Algo que damos por hecho se destruye...

Y entonces ¿qué?

Tenemos que pensar que el mundo es impermanencia...


Un beso
Ana