domingo, 20 de octubre de 2019

COMBUSTIBLE

*
Ha venido a vengarse de su sombra
para que su alma antigua, casi muerta,
se libere por fin de sus demonios.
Habita en lo oscuro
en los sucios lugares del dolor.
Arrastra a sus víctimas
a experimentos viles y corruptos.
Él es una vergüenza para todos.
La gente no se entera de su perversidad.
Las mujeres le aman
porque no lo conocen.
Los vecinos no saben
de su sociopatía
escondida en los árboles.
De esa mirada fría, camuflada
entre los edificios tan corteses.
Su fachada es hermosa, impecable.
Busca el combustible de los "otros"
porque su sangre es verde, de reptil.
Adora las ficciones, el teatro.
Simula en secreto amor profundo
para beber impune
ese licor perfecto y delicioso
de las hembras empáticas...


Ana Muela Sopeña

6 comentarios:

Albada Dos dijo...

Personaje peligroso, embaucador por ser encantador.

Un abrazo

batalla de papel dijo...

Hay seres hipnóticos, que llevan en su piel el licor del deseo y acaparan en sus lechos sus conquistas. Y tejen finas telarañas para atrapar a sus víctimas.
Abrazos

María

carlos perrotti dijo...

Cruda descripción de una sanguijuela que vive de tu energía vital...

Abrazo más que grande, poeta. No te dejes desanimar.

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Albada, por dejar tu huella en este poema.

Besos
Ana

Ana Muela Sopeña dijo...

Muy bien los defines, María:

Un beso enorme
Ana

Ana Muela Sopeña dijo...

Siempre certeras tus palabras, Carlos:

Abrazos
Ana