miércoles, 23 de octubre de 2019

HELADA

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Has roto un corazón haciéndolo pedazos con el golpe de gracia de una helada. Alucinante el viaje de la sangre en mitad de la rosa. Suave la margarita... en la piel asesinada por la noche. He visto tu mirada, febril como la carne, traspasar los confines de la herida. Y tu infancia de sueño esperando la caricia de una loba para sacar los labios de la tierra más allá de tu bosque, con el sortilegio de una nube. Lluvia en la torre ciega de la ciudad dormida en precipicios. Un laberinto de papel se ha adherido a los pájaros de niebla. Este otoño sombrío no me buscas y el frío traicionero de las calles se parece a la nieve de diciembre.

Has roto, sin vergüenza, un alma contenida por el baile de una lágrima. Virgen como las rocas impertérritas que escapan de las jaulas en el alba.

Has destruido el vuelo de mi lengua al pretender que todo fue un teatro. Mas tu castigo será eterno al descubrir que has perdido la máscara...


Ana Muela Sopeña

2 comentarios:

Albada Dos dijo...

Una triste realidad en muchos casos. Los lobos, aun con capa de oveja, son lobos y disfrutan dejando heridas tatuadas en la piel.

Un abrazo

Ana Muela Sopeña dijo...

Agradezco tus palabras, Albada:

Besos a montones
Ana