domingo, 27 de octubre de 2019

POZO DE BRUMA

*
A veces la distancia de tu piel me trae a la memoria la oscura realidad de esta condena. La vida es como un tren sin un destino. Cuando alcanzas la cima, empieza el gran declive y de pronto, desnuda y por la espalda, llega la muerte gélida y voraz. No sé cómo olvidarte. Todos dicen que el frío ha de darme por fin la desmemoria. Pero te veo en cada árbol, en los edificios de la sombra, en nubes y portales. La ciudad me ha entrenado para verte con las gotas de la lluvia, en estatuas hieráticas, en aceras y pórticos, en los escaparates de las tiendas. Todo me habla de ti, a pesar de que mi mente racional me pide que te olvide. Los días van pasando. Las horas se suceden sin sonido. El tiempo inexorable avanza sin cesar. El silencio invade los espacios. Muy pronto llegará la primavera, pero tú ya no estás y las cosas dormitan en su sueño, mientras yo voy viviendo como una mujer muerta en un pozo de bruma.
A veces yo quisiera despertar, gritarte con palabras, vacías pero nítidas. Pero tú ya te has ido. Habitas en tu mundo de apariencias, mientras yo sigo caminando, despojada de todo, inmersa en mi utopía que convierte el infierno de este mundo en una construcción paradisíaca.
Cómo olvidar tus ojos, adheridos a calles y a la luz del cielo protector. Nuestras citas más lúbricas integradas en postales sin reloj. El instinto del alba y tu sonrisa suave que vestía mis horas de recuerdos.


Ana Muela Sopeña

4 comentarios:

María Socorro Luis dijo...


Así, como un pozo de bruma, la añoranza...

Qué texto de prosa poética mas bello... Puritita poesía.

Un abrazo grande, Ana.

Albada Dos dijo...

Esas marchas que se niegan a desaparecer. Buena reflexión de vacío en el otoño.

Un abrazo

Ana Muela Sopeña dijo...

Soco, siempre es un placer verte entre mis letras...

Me alegra que te haya gustado esta prosa poética.

Besos a montones

Ana Muela Sopeña dijo...

Es una alegría, Albada, verte en mi ventana:

Besos y abrazos