jueves, 7 de noviembre de 2019

ALFABETO DE LA ARENA

*
Arena en la sonrisa de tu alma
y en el sueño desnudo del instinto.

Barro sobre una playa de utopías
que albergan entre sombras un destello.

Caracolas de luz
en la orilla que busca los crepúsculos.

Dameros en las rosas que se duermen
al lado de los árboles espías.

Espacios seducidos por los lobos
en las grutas cerradas de la noche.

Fascinación en rocas sobre el mar
al deambular sin rumbo con el alba.

Gratitud en la niebla
al tiempo que el amor huye del caos.

Halo sobre la bruma traicionera
mientras los búhos miran los secretos.

Iridiscencia llena de contrastes
en la calima suave tras la lluvia.

Juegos entrelazados con las ramas
que persiguen las nubes sin temor.

Kamikaces de brisa en el silencio,
en las cuevas aladas del enigma.

Luceros en las líneas siderales
para sentir el vuelo de los astros.

Murmullos adheridos a luciérnagas
en un río de pétalos de lirios.

Noctámbulos alérgicos al ruido
en aceras que saben de nostalgia.

Ñoquis que nos recuerdan a la infancia,
cerca de la cocina, con buen vino.

Oráculos de mundos invisibles
en la esfera de un pájaro de fuego.

Palomas en tejados
anunciando el terror de los perdidos.

Quilates en las piedras
que asombran a muchachas inocentes.

Rizoma de belleza en la distancia,
en guaridas de enigmas sin raíces.

Serpientes que se ocultan bajo tierra,
en la zona que tiembla con la luz.

Tamarindos rebeldes
bajo la luna cruel, entre las hojas.

Urnas llenas de fotos y cenizas
de los muertos que moran en lo eterno.

Vitrinas aprendiendo a ser de agua
para lucir un mundo ya extinguido.

Walkirias que parecen de papel
danzando sobre el límite del vértigo.

Xilófonos que suenan en el bosque
para sentir frecuencias olvidadas.

Yoyós en los estantes de un bazar
para volver contentos a aquel tren
de la infancia extraviada en la neblina.

Zorros bajo la alfombra voladora
de aquel cuento escuchado a nuestro abuelo.


Ana Muela Sopeña

2 comentarios:

Albada Dos dijo...

Cad verso es un poema. El mar con sus misterios, la luna con sus quimeras, y hasta los cuentos de infancia hacen acto de presencia en la brisa que levanta el día.

Muy bueno, amiga. Un abrazo y por las relaciones que son sombra y arco iris, aunque queden prendidas luego en las estanterías de los versos perdidos.

Ana Muela Sopeña dijo...

Porque hay muchos tipos de alfabetos. Aquellos que solo nombran el mundo y aquellos que nos permiten soñar. Yo me apunto a los que nos permiten soñar.

¿Qué es una vida sin quimeras? Algo frío e inhóspito.

Muchas gracias por venir a leerme, Albada.

Abrazos
Ana