*
Jamás podrás cruzar mi muro helado.
Quedarás desterrado de la dicha
por no haber cumplido nuestro pacto.
Te pedí que mantuvieras en secreto
la visión de tu sol negro, pero tú,
bruto como las bestias primitivas,
violaste nuestro pacto por orgullo.
Ahora solo nos queda
vagar en esta vida,
desnudos, sin raíces,
condenados a la soledad más dura.
Jamás encontrarás
otro oasis de mundos intermedios,
esos en los que el sueño
imita a la utopía de la infancia.
Ana Muela Sopeña
sábado, 30 de noviembre de 2019
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Quien huye, no sabrá nunca lo que perdió. Pero el que se queda sí lo sabe. Para, en otra ocasión guardar mejor el núcleo duro de la esencia, antes de entregarlo a un desalmado.
Un abrazo
Gracias por venir, Albada:
Un beso grande
Ana
Publicar un comentario