viernes, 1 de noviembre de 2019

PALABRAS DORMIDAS

*
El aire de este invierno,
ya casi primavera,
me parece vacío
pero voy divisando el horizonte
dentro de las imágenes del sueño...

Los lunes leo siempre tus e-mails. Las palabras dormidas en cenizas, tumbadas por el rayo, vencidas por la marcha de silencio. Liturgia de las horas, música del amor dentro del alba.

Atravieso el instinto de la niebla,
envuelto en la belleza de la lluvia.

Los martes me derrito cuando miro tus fotos luminosas y nostálgicas, llenas de aquel secreto de tu infancia que contemplé sin miedo, por azar.

Vuelvo a ser una gota
en la melancolía del crepúsculo.

Los miércoles soy luz entre las sombras. Recuerdo nuestras citas, a la vez que me cubro de presagios.

Inicio los caminos del espejo,
diluyo cualquier muro
con rosas consagradas al abismo.

Los jueves investigo cada whatsapp. Visualizo y releo los mensajes que habitan el misterio, antes de la tormenta destructora.

Deambulo por aceras
y miro mi silueta
en los escaparates de las tiendas.

Los viernes analizo tus lienzos en la noche. El ritual creador que te animaba a ser alguien distinto cada día.

Luzco el ojo del viento y de las nubes,
traspaso las heridas,
me convierto en la cómplice del mar.

Los sábados contemplo sin temor SMSs llenos de sonrisas. Como si todo fuera una quimera, aliada de una estrella en el umbral de una puerta cerrada.

Adoro de tus ojos el relámpago
sumergido en el pulso
de la fuerza ancestral de un sortilegio.

Los domingos releo los poemas que te escribí pensando que lo nuestro sería para siempre y la erosión del tiempo no podría alcanzarnos...


Ana Muela Sopeña

4 comentarios:

carlos perrotti dijo...

Genial, Ana. No hay otra palabra. Ni dormida ni despierta.

Abrazo admirado una vez más.

Albada Dos dijo...

Pautar los recuerdos. Domesticar las ausencias. Asignar citas con lo vivido, acotando los desmanes de la memoria. Idea estupenda en tus versos.

Un abrazo

Ana Muela Sopeña dijo...

Muchas gracias, Carlos, por tus palabras tan efusivas.

Es un placer tu lectura.
Un beso enorme

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Albada:

Es siempre un placer verte entre mis letras.

Un fuerte abrazo
Ana