jueves, 7 de noviembre de 2019

PESADILLA

*
El humo negro subía por las nubes
los países ya no eran universos
con aire puro.
Metales en suspensión
dañaban la garganta.
Toda la gente tosía sin parar.

Un fotógrafo amigo
vino a buscarme.
Me invitó a subir a su avión privado.

Escapamos por encima de las nubes.

Desde las ventanillas pudimos divisar
a todos los líderes del planeta en una cabina herméticamente cerrada.
Era un búnker volador.
No eran humanos. Eran de una especie intermedia entre aliens y animales.

Habían vendido nuestro planeta
a unos extraterrestres por un módico precio.

Sus rostros era como caretas del tren de los horrores.

Había que vocalizar unas claves.
Eran los códigos de la vida.
Solo así podríamos salvarnos.


Ana Muela Sopeña

2 comentarios:

carlos perrotti dijo...

Pesadillas de las que no se despierta. Amenazas sobre la raza humana. Poema de advertencia...

Abrazos, Ana, Poeta.

Ana Muela Sopeña dijo...

Así es...

Un beso grande, Carlos.

Gracias por leerme

Ana