sábado, 2 de noviembre de 2019

SILLA DE RUEDAS

*
Ella
soñó con su cascada favorita,
de color rojo fuego.

Él le pidió que hiciera un numerito:
que se balancease
en la silla de ruedas de su infancia.

Ella estaba desnuda,
se sintió muy incómoda.

Para él esa silla era importante.
Se percibía a salvo
y lleno
de silencios,
aliados como el agua.

Ella no comprendió, estaba perpleja.

Él dijo que era un chiste...


Ana Muela Sopeña

2 comentarios:

Albada Dos dijo...

Esa silla de ruedas es un ancla en su momento de no poder caminar. No sé si hay chistes para ese trago, si no son los que haga ella misma.

Un abrazo

Ana Muela Sopeña dijo...

Es un poema extraño, lo reconozco... salió así...

Un beso grande
Ana