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A Ramón Ataz
Brilla una estrella azul
en la noche callada.
Se escuchan a lo lejos
tus desnudas palabras.
Bajo la luna cruel
resuenan entre brasas
tus versos en el agua
más allá de la calma.
Los años han pasado
y la lluvia desplaza
los archivos del aire
por jardines sin ramas.
El tiempo en la distancia
conserva en una nube
la memoria poética
de tus letras, en cumbres.
Todo se visualiza
en aceras inmunes
a rostros sin historia
guardados en la urbe.
Fuiste, en la belleza,
diccionario de luces,
para soñar despiertos
con el núcleo del numen.
Tu obra nos alienta
a pensar en los bordes
sobre la vida breve,
volando cual gorriones.
Ana Muela Sopeña
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4 comentarios:
Entre tus mejores poemas, Ana.
Abrazo grande.
Bellísimo e íntimo homenaje a un poeta que brillará eterno.
Mi abrazo.
Muchas gracias, Carlos, por tus palabras:
Besos
Soco, siempre es un placer tu visita.
Un beso enorme, poeta
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