sábado, 21 de diciembre de 2019

BARRACAS EN LA PLAZA DEL AJEDREZ

*
Los jóvenes se divierten
en el carrusel
que girando se atreve
a colocar la realidad del revés.

Los sueños de la infancia
recuperan en la tómbola su pulso
abierto a la belleza de los días.

Regresamos unidos a aquel tiempo
de la risa de un mundo en extinción,
comiendo muy despacio
el algodón de azúcar de colores
que nos lleva a los años
de una niñez dispersa en tebeos y cómics.

Se deslizan los mitos y los juegos
por el tiovivo con sus luces.
Hay niños que me miran,
con ojos asombrados,
encima de una moto
o del coche que huye del dragón.
Los caballitos suben y bajan
a los pequeños sonrientes.

Hay un puesto de churros,
chocolate y porras.
Como un hada madrina,
la churrería
reparte caramelos
desde una nube azul.

Saltan niñas sin pausa
sobre una cama elástica.
Emulan con sus grandes acrobacias
el bullicio de los circos.
Afuera llueve mucho
y el viento se parece
al inhóspito mar con sus galernas.

El tren de Disney coge pasajeros
y los conduce rápido
por el túnel de la bruja.
Una ilusión certera,
en mitad de la herida,
acompaña a los vagones
durante todo el viaje.

Hay un claxon que me habla de otra edad
en la que yo corría sin el pánico.
Son los autos de choque,
un entretenimiento algo ruidoso,
un trayecto desnudo
hacia épocas sin sombras.
Cuando todo era simple
como salir con tu familia
e ir a las barracas una tarde.


Ana Muela Sopeña

4 comentarios:

carlos perrotti dijo...

Aquel tiempo de la risa, cuando todo era tan simple como ir con tu familia a las barracas una tarde...

Época esta en la que nos gana la melancolía, amiga.

Te mando un gran abrazo, con mis mejores deseos de felicidad en estas fiesta de fin de año.

Albada Dos dijo...

Todo era simple en las ferias de los pueblos, en los tiovivos y algodones de azúcar. Sobre todo, es que los ojos miraban con la curiosidad infantil, que aunque queramos, no regresa.

Un abrazo y por la magia de la mirada de un niño.

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias infinitas, Carlos:

A ver si recuperamos ese pulso alegre de todo...

Que disfrutes de estos días de fiesta con los que tú quieras.

Besos a montones
Ana

Ana Muela Sopeña dijo...

Qué rico el algodón de azúcar. Qué pena que ahora digan que es tan malo para la salud. Era súper bueno...

Por la magia de un mundo recuperado...

Besos