*
La sombra de tu piel
es un recuerdo lánguido
que acompaña mis paseos solitarios
por las avenidas luminosas.
La plaza Circular me sabe a ti...
En la noche camino sin un rumbo
en la quietud
de un espacio sonámbulo.
Los
árboles
me
hablan
en
susurros,
mientras la lluvia cae imperturbable.
Al alba mi nostalgia
me roza con su luz evanescente.
Los arbustos presienten
la dureza del asfalto.
La tarde es solo humo
con la hojarasca en las aceras
y los parques abiertos al destino
de una niebla que todo lo inunda.
Ana Muela Sopeña
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8 comentarios:
Valoro tu descripción poética, pero sinceramente esa melancolía...Bueno, de cada cual lo que sienta y, sobre todo, cómo lo sienta, ya lo sé.
(Disculpa)
Los
árboles
me
hablan
en
susurros,
mientras la lluvia cae imperturbable.
En este tu laberinto de lluvia...la que te deja un susurro, soy yo. 🙂 Besos
Sensibilidad a flor de piel.
Caminar"nuestra"lluvia, envuelta en la niebla, con tu nombre y sin ti...
Muchos besos, Ana
Versos como manos tendidas, como tinta por escribir.
Un abrazo.
Hola, Fackel:
Gracias por leerme. Los poemas son libres, al igual que los comentarios... por ello no debes disculparte.
Esa melancolía, en este momento, para mí, tiene su razón de ser. Quizás en otro momento no... Así lo experimento yo...
Un abrazo
Ana
Muchas gracias, Laura, por tu susurro.
Un fuerte abrazo
Ana
Soco, me encanta verte en mi espacio.
Muchos besos
Un abrazo también
Ana
Agradezco, Albada, tus palabras.
Besos a montones
Ana
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