jueves, 31 de diciembre de 2020
FELIZ 2021
Faltan solo dos lienzos tipo naiF
En estas horas frías de la nochE.
La belleza de un mundo de cristaL
Irradia un rayo suave de manÍ
Zahiriendo el amor dentro de un cáliZ.
Despiertan habitantes por la reD
Ondeando confines de otro espaciO,
Susurrando palabras a los vientoS.
Murmullos en el álbum de MirzaM,
Iridiscencia alada, colibrÍ,
Luminosa la esfera de papeL.
Van sombras entre letras desde KieV
En la estación de trenes, con la nievE.
Iniciativa en cada zahorÍ.
Nadie sabe del viaje en un vagóN,
Tremendas las medidas sin conforT.
Ilusiones perdidas desde tI.
Un mago consagrado en UlurÚ.
Ninguna huella etérea en el vaivéN,
Orando con la luz en el silenciO.
Ana Muela Sopeña
miércoles, 30 de diciembre de 2020
DE ARENA
La soledad danzaba entre la bruma
mientras en el silencio
la noche se vestía de susurros.
Un hombre sumergido
en sus cavilaciones biográficas
deambulaba sin tiempo
por las calles amadas de su infancia.
Se miró en los espejos
y en los escaparates de las tiendas.
Buscó en su reflejo
el motor de su vida en desmemoria.
Quería investigar entre la niebla
las razones dispersas de su frío.
Y no...
no halló respuesta alguna...
La hipotermia seguía.
Poco a poco su cuerpo
respiró
la inalcanzable nieve de las cumbres.
Un mutismo sereno le indicó
que todo eran visiones de otro mundo.
En sus bolsillos todo era de arena.
Un colgante de arena,
una peonza.
Una pluma de arena y un bolígrafo.
Un cuaderno de arena,
una ilusión...
más un reloj de arena de otro tiempo.
Los espejos abrieron
la melodía extensa de los astros,
para poder soñar...
a pesar de los lúgubres paisajes
paralelos a trenes sin raíles...
Ana Muela Sopeña
jueves, 24 de diciembre de 2020
miércoles, 23 de diciembre de 2020
ILUMINACIÓN
Luz en los árboles,
navidad en las calles,
viento con lluvia.
Diciembre nos sumerge
en el invierno frío.
Ana Muela Sopeña
CORAZÓN SANGRANTE
Suena una caracola
en medio de la arena del crepúsculo.
La tarde melancólica es ardiente
como la vida misma.
Un corazón sangrante por la luna
se esfuerza por salir de su naufragio
y la noche le brinda un acertijo.
Ana Muela Sopeña
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CORAÇÃO SANGRANTE
Soa uma caracola
no meio da areia do crepúsculo.
A tarde melancólica é ardente
como a vida mesma.
Um coração sangrante pela lua
se esfuerza por sair do seu naufrágio
e a noite brinda-lhe uma adivinha.
Ana Muela Sopeña
SOMOS COMO GALAXIAS
El pulso del amor es como el cosmos:
se contrae y se expande
en un latido abierto sideral,
infinito en su esencia eonaria.
Somos como galaxias
traviesas en su viaje laberíntico.
A veces estrechamos en la niebla
el abrazo de un cuásar sumergido
en el polvo estelar de las edades.
Otras veces sentimos
cómo nos columpiamos
en las nebulosas sin heridas
que pueblan los universos paralelos
y nos muestran leyendas de otros mundos
para despertar de nuestro sueño.
Adoramos el ritmo de los púlsares
que nos lleva por cúmulos abiertos
al descubrimiento de los códigos
que abren las compuertas estelares
en un hermoso umbral
hacia otras dimensiones.
Besamos los satélites
que cabalgan la sangre
de nuestros ancestros planetarios,
maestros de la magia,
los señores del tiempo y del espacio.
Vivimos en la frecuencia subatómica
que albergan las neuronas
con sus claves discretas,
ancladas en la oculta vibración
del genoma adherido a nuestro nombre.
Alfabetos de cráteres lunares
realizan sus historias
en la memoria suave de las noches.
En nuestra Vía Láctea
todos los crucigramas son de fuego.
En lugares de hielo habita el círculo
que busca en nuestro espíritu el instinto
más allá del apego.
Solo un amor de estrellas
diluido en el halo misterioso
del cinturón fotónico.
Ana Muela Sopeña
domingo, 20 de diciembre de 2020
SOLSTICIO
El invierno susurra las palabras
a través de la sombra de ciudades
en mitad de la herida de las calles
que adoran la canción de la mañana.
La lluvia nos invita a huir del agua
y a guarecernos pronto entre los bares
iluminando sueños con el arte
que despierta la luz de los mandalas.
El viento es como un duende de los bosques
que parece travieso por las tardes
y encuentra los secretos de la luna.
El frío nos acoge por las noches,
nos encierra en recuerdos siderales
que nos deleitan libres de locura.
Ana Muela Sopeña
sábado, 19 de diciembre de 2020
LUZ EN LOS SUBURBIOS
Por las calles se mueve tu destino
en mitad de la luz de los suburbios.
La soledad te ofrece
el humo del reloj
y un ambiente creado por farolas
mientras desciende el día hacia el crepúsculo.
Las alamedas hablan de la herida
y lucen las guirnaldas en los árboles.
Deambulas sin cesar
mirando escaparates
que reflejan la lluvia en la nostalgia.
Ana Muela Sopeña
LUNA EN LA EXTRAÑEZA
"Porque la belleza no es más que el comienzo de lo terrible que todavía podemos soportar". Rilke
Nos asombra la luz de la belleza
sumergida en la sombra del abismo
para sentir el mundo del mutismo
e imaginar lugares con destreza.
Somos siempre una luna en la extrañeza
que busca en el crepúsculo lo mismo.
Pensamientos de gran minimalismo
anclados a un amor sin la cabeza.
A veces no sabemos si soñar,
continuar con imágenes no vistas
y hallar en las visiones otro espacio.
Pero la realidad es que al amar
vamos dejando huellas con las pistas
y un reino delicado en un palacio.
Ana Muela Sopeña
jueves, 17 de diciembre de 2020
CUEVA DEL ABRAZO
Tu mundo vagará sobre la niebla
contra la desnudez del sueño azul.
Perseguirás la cueva del abrazo
al tiempo que la luz será tu aliada.
Abrirás los recuerdos de la luna
y leerás los libros inconclusos.
Dudarás del instinto de la lluvia,
mientras la sombra inicia su trayecto.
En mitad de la vida serás siempre
el cruel descubridor de la belleza
dibujada en los lienzos de tu infancia.
Sonreirás con alma de aprendiz
en las horas pendientes del deseo
y todo lucirá como una nube.
Ana Muela Sopeña
TELÓMEROS
Los mundos se parecen
a los cables etéricos biológicos.
Todo lo que hace tiempo existió
ahora nos permite ser de aire.
Los telómeros crecen poco a poco
y tornan tus raíces
lugares donde el sueño se hace vida.
Los telómeros son tu salvación.
te permiten sentir que todo es maya,
incluso las noticias tremendistas.
Ana Muela Sopeña
miércoles, 16 de diciembre de 2020
TRES MINUTOS
A lo lejos te vi en la estación,
mientras un mundo etéreo se hacía de origami.
Percibí tu entereza entre la bruma.
Tus pensamientos tristes,
taciturnos.
Una luz transformada te miró
mientras yo todavía me doblaba
como un papel mojado
en la papiroflexia de la herida.
Tan solo tres minutos de tu tiempo
fueron lo necesario para ver
que huías sin cesar hacia adelante,
como si todo fuera una película.
Las palabras de sombra fueron dulces,
la voz entremezclada con la sangre,
las lágrimas amables, subrepticias,
ocultas tras la gran vidriera cósmica.
Al decirnos adiós
de nuevo aterricé
sobre la pista llana
que prometía solo
una tregua cargada de silencio.
Aunque también podría
ser un experimento entre la niebla
y una tormenta con llovizna.
Ana Muela Sopeña
HEBDOMADARIO
Duerme mi corazón
atado por la espalda
en el temblor opaco del crepúsculo.
Se humilla mi sosiego entre las nubes
más allá de los códigos sin nombre.
Cada semana escribo sobre sombras
el instinto sublime de la flor.
Duerme mi corazón
sobre la cuerda floja
del funambulismo de la sangre
y una rosa extraviada en la llovizna
persigue en los suburbios una luz...
Ana Muela Sopeña
INSTINTO
Me enamoré de la niebla...
Descendí a los abismos
de los acantilados de los lobos
para encontrar el vórtice del viento,
mientras la lluvia suave,
nocturna y traicionera,
me mostraba el misterio de lo oscuro.
Me enamoré del instinto de la bruma
y me dejé secuestrar por el placer
hasta que un crepúsculo
de mortecinas luces
me despertó del sueño...
Ana Muela Sopeña
martes, 15 de diciembre de 2020
ECLIPSE
Los humanos buscamos una luz
a través de lo oscuro
y eso es lo que el eclipse nos enseña.
La fantasía puede interponerse
en el arduo camino explorador.
Entre el sol y la tierra
se interpone la luna
y de pronto la noche nos invade
en la mitad del día.
A veces en lo oculto,
una realidad alucinante
se palpa con los brazos de metal...
Juegan los hologramas
con nuestros sueños llenos de visiones.
El eclipse nos habla de la búsqueda
de la conciencia espiritual.
Sumergidos en sombras de la nada
podemos apostar por una línea
de coherencia interna.
En el ciclo de Saros
este eclipse solar
nos lleva a la misión en el delirio
que apunta a los principios de otra era.
Luna
que está quemando los egos
que buscan su impostura.
Sombras
que enmarañan con trampas
la economía circular.
Luna
que dificulta gravemente
las relaciones personales.
Muros
que alientan la distancia familiar.
Satélite sutil
que rompe los romances
por el gel.
Selene
que destruye los puestos de trabajo.
Ciclos
que llevan al divorcio inevitable.
Luna
que desbarata el sexo con más sexo.
Muros
que obstaculizan
los viajes a distancia.
Luna
que ensombrece la voz vocacional.
Sombras
que adormecen la luz de la amistad.
Vacío
que rompe por codicia
la solidaridad entre los seres.
El eclipse se conforma
como un gran espejo
para reflejar nuestra ignorancia
y comenzar de nuevo
a ser humanos.
Ana Muela Sopeña
domingo, 13 de diciembre de 2020
LAS PLÉYADES
En las noches de estrellas
las Pléyades nos muestran su esplendor
y su luz colosal de las edades.
Taygeta nos avisa del peligro
con su aura sublime
entregada al amor antiguo y cósmico.
Asterope nos brinda la morada
de los ángeles blancos del silencio.
A través de sus sílabas sagradas
podemos conectarnos con lo cuántico.
Pleione es otro reino de belleza,
abierto a los misterios enigmáticos,
donde todo lo opuesto puede darse
y la materia oscura se sumerge
en la copa divina de la historia.
Merope se entretiene con secretos
que habitan en lo oscuro del espacio.
En su tiempo de eones
se tejen las memorias siderales.
Maia guarda en archivos de frecuencias
los recuerdos atómicos del mundo,
para sobrellevar cualquier herida
con el silencio alado del inicio.
Alcyone es desde siempre
el corazón desnudo
de esta galaxia etérea y espiral.
Sus laberintos ebrios de la sombra
parecen intrincados en sus vórtices.
A veces me pregunto
si esta estrella lejana nos alumbra
en las noches de aullidos olvidados.
Atlas busca la forma de ser única
con su oculta manera de lucirse
en el alma del verbo.
Electra es la más lógica.
Le importa la opinión de los demás
y subyace en la sangre milenaria.
Celaeno sucumbe a los deseos
de los hombres dormidos en el sueño
que buscan el crepúsculo invernal.
Ana Muela Sopeña
jueves, 10 de diciembre de 2020
EL ÁNGEL EXTERMINADOR
Contemplas a tus víctimas
con mirada letal,
envenenada.
Asustas con tus ojos de neón.
Introduces lenguajes de reptil
en tu protocolo de descarte.
Eres un ángel negro,
un exterminador entre las sombras.
Avanzas sigiloso,
llevando las cenizas de tus presas
en tus escamas híbridas.
A veces te revuelcas en las lápidas
de aquellos que te hirieron.
Otras veces deambulas por ciudades
buscando nuevos objetivos.
La belleza es un juego aburrido,
tú necesitas retos, novedades
y oscuridad latente
bajo la piel muy suave de alguien lúdico.
Si pudieras amar
se desintegraría
tu infinita tristeza.
Pero la maldición no te permite
amar y ser amado,
por ello continúas
errante entre la especie,
buscando la luz cándida
de personas sin malas intenciones.
Cuando consigas ser de carne y hueso,
encarnando en el cuerpo de tu infancia,
adorarás sin miedo a alguien afín
y sonreirás entre la niebla.
Ana Muela Sopeña
INCÓGNITA
Contemplas en la nube
un conjuro de sombras que te inquieta
al tiempo que el silencio se entrelaza
con fisuras de mundos escondidos.
En la acera, la vida
es un secreto extraño y enigmático.
Un árbol sin raíces se rebela
y busca la semilla de la historia
en culturas antiguas.
El vacío desdobla su vacío
en palabras de hielo que son símbolo
de la incógnita errante del humano.
Ana Muela Sopeña
PIEL DE UN SORTILEGIO
Duerme mi corazón
mecido por la nieve
en medio de las calles,
a través de las sombras de la muerte.
Me amedrentan las nubes
que columpian la mente.
En mitad de la herida
habitan los conjuros de Selene.
La piel de un sortilegio
se parece a la suerte
que calla los secretos
y se abisma con círculos del éter.
Duerme mi soledad,
se desliza en la ese
de una palabra mágica
que viaja en el invierno con los trenes.
Ana Muela Sopeña
viernes, 4 de diciembre de 2020
LLUEVE
Llueve sobre mi cuerpo teñido de nostalgia. Cuando mi piel se moja me siento más unida a la naturaleza de las cosas. Soy una con el tiempo de la luz que inextinguible se alza sobre mí. Llueve sobre mi corazón roto y sin luna. Disuelve el agua las heridas tan profundas. Cura las cicatrices de otro espacio que habitan en los mundos de visiones. Llueve sobre mi alma que viaja sin descanso a través de las constelaciones siderales y encuentra entre los números perfectos el sentido silente de la esencia. Llueve sobre mi espíritu intangible y las horas alegres me sumergen en el aprendizaje abierto a las galaxias. Llueve mientras mi orbe se diluye en un libro de horas gigantesco, donde los espejos estelares sanan con sus frecuencias mi tristeza. Llueve sobre las calles y la sombra poco a poco se torna menos gris.
Entre las piedras veo un atisbo de vida. El numen de una flor que avanza y tiembla. Mientras... todo se renueva con la lluvia que sumerge en su alba la desdicha y la convierte en cúmulo infinito de memorias de árboles...
Llueve sobre fractales en un caleidoscopio singular que emite los sonidos de la ciudad secreta...
Ana Muela Sopeña
miércoles, 2 de diciembre de 2020
EN LA NOCHE
En la noche te recibo
con los besos invisibles
y las manos de mil sueños
bajo la lluvia y el trueno.
Tu mirada de neblina
en la piel de arena blanca.
En tu corazón de hielo
vive también la locura.
Cuando camino sin norte
en visiones no te olvido,
aunque la nieve de invierno
congela ni alma herida.
Eres paisaje del frío,
te disuelves con la luna
y te proteges del sol
y tu sombra me hace daño.
Eres luz roja en las calles
deambulando entre edificios
con semáforos abiertos,
caminando a paso rápido.
Las imágenes de árboles
me llevan hacia otro tiempo
cuando yo era tu objetivo
y tú mi duende encantado.
Ana Muela Sopeña
-----
NA NOITE
Na noite eu te recebo
com os beijos invisíveis
e as mãos de mil sonhos
baixo a chuva e o trovão.
O teu olhar do nevoeiro
na pele de areia branca.
No teu coração de gelo
vive também a loucura
Quando caminho sem norte
em visões não te esqueço,
embora a neve de inverno
gela a minha alma ferida.
Tu és paisagem do frio,
te dissolves com a lua
e te proteges do sol
e a tua sombra me faz dano.
Nas ruas és luz vermelha
deambulando entre edifícios
com semáforos abertos
caminhando a passo rápido.
As imagens de umas árvores
levam-me para outro tempo
quando eu era o teu objetivo
e tu o meu duende encantado.
Ana Muela Sopeña
domingo, 29 de noviembre de 2020
MELANCOLÍA
En la hojarasca
la tristeza del cielo,
melancolía.
Erráticos los pasos
hacia ninguna parte.
Ana Muela Sopeña
CICATRICES
El dolor amenaza
por las calles sinuosas
de la ciudad oculta, laberíntica...
Una luz transformada se detecta
en mitad de la herida.
Se inicia la andadura por el círculo azul
que actúa como un bucle sin final.
Las cicatrices sueñan con la piel
de un témpano de hielo ya curado.
El instinto se apaga
al contemplar fisuras en el cuerpo
que atrapa la belleza de lo oscuro.
El vientre contenido
en la venganza
se esconde en los misterios soterrados
de la noche invisible.
La música del agua ahora es sombra
persiguiendo un crepúsculo sin alba.
Ana Muela Sopeña
miércoles, 25 de noviembre de 2020
ROMANCE DE FURIA Y LODO
En la infancia de tu sueño
todo se vistió de oscuro,
en mitad de la belleza
el silencio fue de humo.
Por las noches, en el aire,
el misterio estaba oculto
en el pabellón del árbol
más allá de aquel gran muro.
En tu niñez repudiada
todo se llenó de miedo
con la señal del maltrato
en mitad de los desvelos.
Hubo un instinto de luna
que potenció los destellos
más allá de la venganza
que se fugó por el cielo.
Ahora es ya muy tarde...
yo no olvido tus palabras
cargadas de furia y lodo,
quemando como las brasas.
La vida se ha hecho difícil,
ya no observas mis mandalas.
Solo te veo en visiones,
en el momento del alba.
Ana Muela Sopeña
martes, 24 de noviembre de 2020
LICANTROPIA DE LA SANGRE
La luna en su inocencia
observa entre los muros
la licantropía de la sangre.
En la sombra del mundo
hay códigos secretos
de un mineral atávico que hiere.
Un lobo de ciudad
huye asustado siempre de la luz.
En la depredación de los oscuros
la locura se pacta en el silencio.
Por la noche hay susurros inaudibles
en los suburbios lúgubres del alma.
Se escucha en la distancia
un desgarrado aullido
en un portal enfermo por el miedo.
Ana Muela Sopeña
lunes, 23 de noviembre de 2020
SOMBRA DE CENIZAS
La belleza del tiempo es siempre efímera,
como aquel veintiocho de febrero
que nevó por las calles de Bilbao.
Entonces todo fue un paisaje blanco.
Ahora los relojes no acompañan
en esta soledad fría y sin norte.
Parece que la luz ya se ha extinguido
en mitad de las calles tan oscuras.
El otoño deambula por mi sangre
y sabe de esta sombra de cenizas
que amenaza inundar el sol de lodo.
Pero todo termina disolviéndose
en el viento dormido en las montañas
y en mi piel consagrada al viaje cósmico.
Ana Muela Sopeña
sábado, 21 de noviembre de 2020
VEO EL MAR
A través de las nubes veo el mar
reflejado en las formas de algodón
que eliminan en mí la antigua herida,
esa que por las noches se hace bruma.
Me quedo respirando entre la arena
y contemplo la estrella de visiones,
para soñar despacio con bandadas
de gaviotas dispersas por el cielo.
En medio del paisaje me pregunto
qué tiempo es necesario para amar
sin tener la presencia del amado.
La oscuridad del cosmos es el velo
que no nos deja ver el infinito
asomando en el pulso de la vida.
Ana Muela Sopeña
viernes, 20 de noviembre de 2020
PARA SIEMPRE CONMIGO
Dibujo sobre arena
tu nombre sumergido en la distancia.
Las olas van borrando lo que escribo.
Vuelvo a escribir tu nombre,
esta vez en las rocas.
Permanecen las letras
adheridas al tiempo de los astros.
Abandono el lugar del sortilegio
segura de llevarte
para siempre conmigo,
aunque ya nadie nos vea nunca juntos...
Ana Muela Sopeña
SÍNDROME DE MÜNCHAUSEN POR PODER
La madre se inventó que estaba enfermo,
para que el niño no fuera al colegio
así ella perpetraba la venganza
y en su sueño lograba la victoria.
Más tarde esa mujer pensó otra cosa:
intoxicar al niño con bacterias
para que todo fuera bien medible.
El hijo comenzó con muchas náuseas
y le dolía el cuerpo a todas horas.
Esta madre era loca, mala, astuta.
Fingía que adoraba a su pequeño,
pero solo buscaba destruirlo.
El niño no lloraba ya por miedo
tan solo obedecía a su terror,
se sometía dócil a su madre.
A veces las conductas de la gente parecen una cosa mas son otra. Son solo golosina envenenada. Caramelos cubiertos con azúcar, aunque dentro contengan el cianuro.
La madre de estos versos es ficticia, pero hay madres así por todas partes. Oradores, profetas, desgobiernos. Élites mundialistas y demonios. Bajo máscara amable de cuidados nos meten una daga envenenada.
Debemos cultivar la observación. Investigar si todo es lo que es o debajo de un mundo protector habitan lenguas bífidas de monstruos dispuestos a matarnos sin escrúpulos.
Síndromes de Münchausen por poder:
hay que estudiarlos todos
no solo los de entornos familiares.
En la psicología de la herida habita otro constructo interesante: la grieta colectiva de la historia.
Ana Muela Sopeña
miércoles, 18 de noviembre de 2020
SUEÑOS INCUMPLIDOS
En la sombra dormita tu recuerdo
mientras las farolas
alumbran nuestra historia imperturbable.
El árbol de la vida nos invita
a contemplar semáforos en ámbar.
Una luz que se abisma calle abajo
deja ver sin un límite
los escaparates de las tiendas.
La neblina sumerge a los transeúntes
en un mundo irreal
y los bancos sin nadie
esperan las campanadas
de una iglesia perdida en la distancia.
Hace frío en noviembre.
La estación ha quedado despojada
de nuestros encuentros sin horarios.
Una llovizna suave nos inunda
de sueños incumplidos.
La soledad es víctima del sueño
y una bruma sumida en el silencio
siembra los edificios de nostalgia.
Ana Muela Sopeña
TENTÁCULOS DE NIEBLA
Cómo avanzan los barcos, mientras la tristeza fluye sin parar sobre la ría. El paisaje me ampara con sus grises tentáculos de niebla. La hojarasca dibuja en las aceras la ecuación del olvido. Una estatua de piedra de un querubín alado me recuerda que todo es pasajero. El ritmo de los astros no perturba mi silenciosa espera. Las motos a distancia, con sus tubos de escape, rugen sobre el asfalto.
Cómo avanza la vida mientras los años pesan, llenos de antiguas fotos de álbumes virtuales. Mas todo es ilusión, un holograma. Cada día las cosas se renuevan y vuelven a nacer a cada instante. Aunque la fe decaiga, tan solo es necesario escuchar quietamente la melodía de los pájaros que en sus nidos perfectos continúan cantando como si nada malo pudiera suceder.
Ana Muela Sopeña
domingo, 15 de noviembre de 2020
ÁTOMOS DEL ÉTER
La fuerza colosal
de la sabiduría de la luz
encuentra en los círculos del orbe
la belleza inquenbrantable del amor.
Dentro de los secretos de los nombres
habitan las palabras que detonan
la explosión de los átomos del éter.
En nuestro ADN
moran los universos paralelos,
para poder viajar a otros espacios
donde la libertad sea posible.
Cuando todo empezó,
en el Big Bang,
el instinto del reino solidario
todavía era nuestro.
Alguien cambió con trampas
los archivos galácticos
en las enciclopedias vibratorias.
En la biblioteca de la luz
hay un ladrón de libros estelares.
Seamos los artífices
del devenir eterno hacia el mundo sutil...
Allí donde el humano
vive libre de todo lo viscoso,
al margen de las jaulas de las bajas frecuencias.
En las bibliotecas de las sílabas del cuantum
hay un umbral de agua para todos,
para que recordemos nuestra música.
La memoria del aire
nos guía por los bosques del olvido,
pero también por sueños
de paisajes nevados
que transforman lo corrupto
en un diamante antiguo y primigenio.
A través de los códigos del fuego
la alquimia ancestral de los eones
columpia en las esferas siderales
la integridad y coherencia.
Más allá de las células
que conforman el cuerpo primitivo del humano
está el líquido amniótico
de la luminiscencia de los vórtices.
En las grutas del ensueño
los mantras escondidos de la tierra
esperan ser cantados sin demora,
para despertar
a los magos magnéticos del tiempo.
Ana Muela Sopeña
CREPÚSCULO
Entre los árboles
las luces del crepúsculo,
mar en silencio.
Las nubes en la niebla,
memorias de otro tiempo.
El viento oscuro
en la noche se oculta
entre gaviotas.
La música sutil
descubre los enigmas.
Ana Muela Sopeña
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CREPÚSCULO
Entre as árvores
as luzes do crepúsculo,
mar em silêncio.
Nuvens no nevoeiro,
memórias de outro tempo.
O vento escuro
na noite oculta-se
entre gaivotas.
A música subtil
descobre os enigmas.
Ana Muela Sopeña
viernes, 13 de noviembre de 2020
PIEZAS ROMÁNTICAS OPUS 75 DE DVOŘÁK
1
La nostalgia deambula por las calles
como en una infinita melodía
que recuerda las noches de llovizna
de los amantes consagrados a la niebla.
Las frustraciones marchan a otra acera
para dar el espacio a sueños dulces
de liturgias amadas por la luna.
El ritual del amor es como un salto.
Te pide que te sueltes
a pesar del peligro más terrible.
La mirada en el rostro del amado
es solo una metáfora del mundo
que lucha contra el miedo a la extinción.
La pasión de los cuerpos en la noche
se parece a la bruma del instinto
que aún grita su nombre entre locuras.
Los edificios saben de la herida
en la tristeza apátrida del beso,
cuando todo parece algo imposible
pero surge y se eleva al paraíso.
La nostalgia se funde con la luz
al tiempo que la tarde es de cenizas.
II
En la pasión desnuda de la piel
comienzan los abismos del deseo.
Un viaje sin temblor hacia el origen
que aunque siempre termina siendo nada
atraviesa los campos del Big Bang.
La alegría electriza cada célula
y todo alrededor se hace de fuego
que ilumina la estrella de frecuencias.
El fulgor de las sombras se hace eterno
y viaja sin un freno hacia el umbral
de los descubrimientos más insólitos.
III
La infancia es el lugar de los recuerdos
donde cualquier visión de infinitud
se convierte en la llama creadora.
Es allí donde vive la materia
del sueño que nos lleva hacia los vórtices
del palacio ideal de la memoria.
IV
Los archivos de todo lo pasado
contienen las respuestas innombrables
encriptadas en nubes de papel,
en la papiroflexia del futuro.
Allí los que se aman pueden ver
que los mitos alientan aventuras
y permiten que todo se resuelva
con la separación o con la muerte.
Ana Muela Sopeña
DESPOJADA
Este naufragio exacto
me deja a la intemperie con mi herida
que es también nuestra herida.
Despojada de todo juego al póquer
con emociones vanas de origami.
Me vuelco en las fisuras de mi alma
mientras nutro una espera sin destino.
Ahora que te has marchado
solo me queda el brillo del espejo
para seguir viviendo entre los árboles
al ritmo del silencio.
Pero quizás el hambre nos reúna,
aunque ya no lo creo.
Este naufragio lleno de crepúsculos
solo puede entonar la melodía
de ese acantilado de los lobos
que a ti tanto te gusta
y de las cuevas llenas de amatistas,
mi lugar preferido para el sueño.
Ana Muela Sopeña
jueves, 12 de noviembre de 2020
RESTRICCIÓN DE MOVILIDAD NOCTURNA Y OTROS EUFEMISMOS
Las palabras avanzan como tanques
para detener el pensamiento,
son indicios de imágenes del humo
que pugnan por salir de sus guaridas.
La mente nos inquieta.
La dopamina acecha entre las calles.
Es el toque de queda una estrategia
para doblegar la curva infame.
Eso es lo que dicen los expertos.
Es que el virus del covid
tiene en su reglamento
las horas de contagios virulentos
y las horas inocuas, por si acaso.
Ahora es todo raro y peligroso.
El mar con sus mareas nos acoge
y nos brinda la espuma del crepúsculo.
La evanescencia de la bruma
nos salva del desastre.
En mitad de la niebla
la noche nos insulta
con la perversión de la mentira.
Ana Muela Sopeña
DE LAS ESTATUAS
La soledad se cierne sobre mí
mientras el mundo avanza sin retorno.
Poco a poco el infierno de las cosas
se hace con mi visión de lo absoluto.
Quisiera regresar al tiempo único
del impulso primero,
pero todo se ha roto con los sueños.
Ahora tus memorias no son mias
sino de las estatuas congeladas.
Observo muy despacio
los ropajes de piedra,
los rostros ateridos por el frío,
la biografía extraña del silencio.
El reloj en su vértigo infinito
ha bordado tu miedo con el éter
y nos ha entretejido con la nada.
Ana Muela Sopeña
lunes, 9 de noviembre de 2020
SUSURROS
Por las calles más sórdidas
de los suburbios escondidos
se escuchan los susurros inaudibles,
cuando todo se torna insoportable,
de aquellos que no pueden ya soñar.
Las voces viscerales de la gente
se visten con ropajes elegantes
para sobrellevar lo cotidiano.
Por aceras desnudas
de abrazos y de risas
se resbalan las manos generosas
que buscan el misterio subrepticio,
como el rumor del agua.
El sonido ancestral es de llovizna
y alberga en su secreto la belleza
del círculo innombrable de lo oculto.
Dentro de cada hombre
habitan las palabras del coraje.
La intención silenciosa de los gestos
es siempre una liturgia no explicada.
En cada mujer vive una tormenta
y un relámpago suave de visiones.
Ana Muela Sopeña
NOVIEMBRE
Este mes se ha vestido de nostalgia
con esa despedida en el silencio
que hiberna en laberintos,
más allá de la sombra y de la rabia.
Lo nuestro duerme ya en el infinito,
con vértigo de azar,
este mes de noviembre condenado
a ser solo una tumba de cenizas.
Todo se ha convertido en imposible.
El impulso de ser entre las rosas
se ha diluido en campos de la muerte.
Ya nada es como antes, todo es luto.
La respuesta a este caos inevitable
es un fractal de hielo en el relámpago...
Ana Muela Sopeña
viernes, 6 de noviembre de 2020
ANTES DE QUE NACIERAS
Contemplas todo
con ojos de niño asustado.
Esperas de la vida una sorpresa,
que lo que ocurre sea
simplemente un mal sueño.
Cada día te dices a ti mismo:
"esto no está pasando
es solo una visión de medianoche".
Pero todo sucede al mismo tiempo
y tu única opción es levantarte
y expresar tu verdad con elegancia.
Porque también hay hombre
en el vientre del niño.
Pero
todo
este
instinto
que pugna por salir al ring actual
es hora de que acuda a su misión,
esa que tú aceptaste
antes de que nacieras en la Tierra
y
tomaras
las
píldoras
de
amnesia.
Ana Muela Sopeña
ESE CAFÉ PENDIENTE
Algo descalabró
la opción amada.
El instinto dormido se murió.
La belleza escondida ya no fue.
Ese café pendiente se esfumó
en mitad de la herida melancólica.
Todo fue diluyendo nuestra historia
en las calles vacías por la lluvia.
Olvidaste mi nombre
entre los árboles,
perdí tus iniciales
en el viento.
La desmemoria fue tu despedida...
Ana Muela Sopeña
martes, 3 de noviembre de 2020
SOMBRA DE LA NADA
La sombra de la nada me persigue
como animal herido.
Una luz transformada
deja ver un jaguar al acecho.
En el bosque del agua
mi piel se viste de origami.
El árbol del sonido me susurra
que la luna y las nubes permanecen
abiertas al enigma de lo arcaico
de una luciérnaga despierta.
Ana Muela Sopeña
MASCARADA
El ritual de las máscaras se fue,
el carnaval no pudo celebrarse,
Venecia se vistió de decepción.
Increíble que todos los disfraces
tuvieran que volver a sus armarios.
Pero llegó otra fiesta tenebrosa
con máscaras sin sueños
ni visiones,
delirios entre el pánico
y mil miedos.
Desde que esta función de purgatorio
se instauró en nuestra Tierra,
el mundo va tornándose un infierno
y cada día es solo un lienzo oscuro
de lo que queda por venir.
Mas todo es ilusión, es solo un juego,
una mátrix de unos y de ceros.
Entornos digitales, propaganda,
la representación de algunas mentes
que hace tiempo abdicaron
del correcto sendero evolutivo.
Ana Muela Sopeña
viernes, 30 de octubre de 2020
EN LA CELOSÍA
Por la noche te espero
en la celosía.
Suena la sirena.
Los perros ya no ladran
en lo oscuro.
Debes partir a lo desconocido.
Allí te aguarda la aventura
de la quimera prodigiosa.
Pero yo permanezco tras los muros,
donde mirarnos sin velos,
ahora que los relojes ya no existen.
Al alba tú me esperas
en el jardín secreto.
Es muy temprano.
Hay gatos escondidos.
Debo encontrar
el antídoto contra la desmemoria.
Continúas respirándome
en el campo oculto,
mientras las horas pasan
imperceptiblemente.
Ana Muela Sopeña
KOAN
El ente existe
y mata ciega-m-ente.
Claro que existe.
Pero el ente no existe
y no mata ciega-m-ente.
Claro que no existe.
Pero ¿quién es el ente?
Es un koan.
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Zzzz Zzzz Zzzz Zzzz Zzzz
El cielo está encoronavirado
¿quién lo desencoronavirará?
El desencoronavirador
que lo desencoronavire
buen desencoronavirador será.
Aaaa Aaaa Aaaa Aaaa Aaaa
Lenguaje binario
1 = Sí
0 = No
1 x 0 = 0
Sí x No = No
Lenguaje inverso binario
1 = No
0 = Sí
1 x 0 = 0
No x Sí = Sí
Lenguaje anverso / inverso ambivalente binario
1 = Sí/No
0 = No/Sí
Sí/No x No/Sí = No/Sí
¿Pero esto qué es?
"El trino del diablo" de Giuseppe Tartini.
El gato de Schrödinger está al mismo tiempo vivo y muerto.
Eso es lo que nos pasa.
Que estamos al mismo tiempo
vivos y muertos.
Es una paradoja.
Ana Muela Sopeña