domingo, 19 de enero de 2020

AULLIDO


I
En medio de la luz hay una herida
que refleja la sombra de la infancia,
como los animales de los sueños.

II
El dolor de la carne es precipicio
anclado en las entrañas del deseo
que busca la belleza de las rosas.

III
Un aullido de lobo puede ser
el tren de los silencios en la grieta
que se tragó el vacío del mutismo.

IV
Una visión amada es como un árbol
que persigue la esencia del crepúsculo
y borra de sus márgenes el vértigo.

V
Te miro y no te encuentro.
Solo veo las líneas de las nubes
que vagan sin control a otros países.

VI
Todo me habla de ti mientras deambulo
por las calles perdidas de la urbe
y escapo de siluetas enganchadas
a un naufragio sin nombre sobre el barro.


Ana Muela Sopeña

8 comentarios:

Albada Dos dijo...

Hay que ver cómo, la ciudad vacía, nos remite a pensamientos, situaciones, pasados de un ayer que quedó inscrito.

Por le mañana, y por la gente por la scalles. Un abrazo

carlos perrotti dijo...

Ese aullido interior que logras poner en palabras, amiga.

Lúcidos conmovedores versos. Abrazo inmenso.

Laura dijo...

Un aullido que te ha hecho deambular por la ciudad y por algún sitio más... 😉
Besos

Ana Muela Sopeña dijo...

La ciudad con su magia me inspira mucho.

Un beso

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Carlos.

Siempre es un placer verte en mis poemas.

Besos a montones

Ana Muela Sopeña dijo...

Muchas gracias, Laura, por acercarte a mi espacio a través de este aullido.

Besos... muchos

Fackel dijo...

Los aullidos nos sirven a los lobos para controlar los territorios, avisando a otros.

Por cierto y a propósito, ¿viste alguna vez un blog titulado la loba insaciable?

Buen día, marcado por el aullido del frío exterior (en el interior cada cual, ya sabes)

Ana Muela Sopeña dijo...

Cierto...

Sí, conozco ese blog. Sus poemas me gustan. Hay pasión y sensualidad en ellos sin perder la sutileza y la elegancia.

Hace mucho frío.

Un abrazo de enero