miércoles, 8 de enero de 2020

ENTRE LAS PIEDRAS


Observo en la quietud la estatua de la fuente de los jardines de Albia. La tarde se presenta silenciosa y un pájaro de bruma vuela sobre el ánfora de la diosa. Una mujer pasea con la mirada fija en las nubes viajeras. Hay niños con sus madres que juegan, disolviendo los temores, con sus caballitos de cartón. La niebla inunda todo y los transeúntes despistados abrazan utopías al azar. En mitad de las horas se oculta tu recuerdo que yace entre las piedras de las estatuas solitarias. Tus ojos van llenando los espacios y el tiempo sumergido en la llovizna. Respiro sin saber cómo encauzar mis pasos sobre los fríos adoquines del invierno. Los coches a lo lejos difuminan contornos en la distancia suave de las avenidas bulliciosas. Las campanadas llaman al instante de esta ciudad dormida en laberintos. Contemplo entre las sombras el agua de la fuente que marca con su ritmo imperturbable el ciclo de la urbe.


Ana Muela Sopeña

9 comentarios:

Albada Dos dijo...

En la ciudad, parce qu el recuerdo de unos ojos se va multiplicando, por parques, jardines y quién sabe si escaparates.

Un abrazo y por ciudades que ayuden a olvidar, si es el caso

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Albada, por venir.

Un abrazo

Fackel dijo...

Melancolía...¿por el paisaje que observas o por los recuerdos?

Fackel dijo...

Ah, los jardines de Albia ¿no es donde está un Tribunal al lado? Me suena de un café llamado Iruña, como el de la Plaza del Castillo de Pamplona, ya he estado en él.

Ana Muela Sopeña dijo...

Melancolía porque le sienta bien al poema, o al menos eso creo.

Sí, los jardines de Albia tienen el Palacio de Justicia al lado y el café Iruña. Los jardines son un lugar muy emblemático de Bilbao.

Gracias por leerme
Abrazos de enero

carlos perrotti dijo...

Crónica de tu poética mirada...

Te felicito una vez más, Ana.

soco luis fernandez dijo...


Hay lugares que retienes otros tiempos vividos... y a ellos retornamos, cuando la nostalgia.

Abrazo, poeta.

Ana Muela Sopeña dijo...

Muchas gracias, Carlos, por tus efusivas palabras.

Un fuerte abrazo
Ana

Ana Muela Sopeña dijo...

Así es, Soco:

Un abrazo grande.
Gracias por venir
Ana