lunes, 10 de febrero de 2020
ATALAYAS DE DIAMANTE
Las serpientes oraban en las calles
mientras un humo negro poseía
los cuerpos diversos
de los que no tenían nombre.
Los oradores increpaban a la masa
y
los líderes pactaban con demonios;
pero la gente resistía
intacta en atalayas de diamante.
Indestructible en búnkeres
de integridad y acero en sus genomas.
Ana Muela Sopeña
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
8 comentarios:
La gente aguantamos quina, casi literalmente. Los políticos, en sus torres de marfil, divagan o van a los suyo y lo malo es que les pagamos :-)
Un abrazo
La gente resiste. Quién dijo que está todo perdido...
Abrazos, Ana.
Así es, Albada:
¿Por qué les pagamos? Solo se preocupan de sus grandes sueldos...
Un abrazo
Gracias, Carlos:
Un fuerte abrazo
Este me gusta mucho, Ana, un reflejo de lo que muchos sentimos.
Un abrazo.
Oncina
Me alegra que te guste, Oncina:
Es un placer recibirte en mi espacio.
Un abrazo
Al inicio las calles vomitaban humo negro, mientras la gente resistía con solidez heroica.
Los líderes...dormían en su lecho de indolencia.
Dichoso amanecer Ana, Buendía
Ya se veía venir todo lo que está pasando.
Un beso enorme
Publicar un comentario