lunes, 3 de febrero de 2020

EL HOMBRE SIN ROSTRO


Por las calles habita
un hombre sin un rostro que deambula
entre edificios sórdidos.

Parece que las nubes le fascinan
y cada día eleva
sus ojos a los cielos,
para contemplar formas extrañas.

Pinta cuadros de sombras
con su imaginación llena de luz.

El hombre es invisible,
su mundo se parece a las tormentas.

Respira con el ritmo de la urbe,
pero nadie se percata de sus pasos.

Cada noche su mente se ilumina
con recuerdos imborrables de otra época.

Reside en la memoria de los astros
y a veces en su espacio de visiones
construye identidades en el sueño.

Sabe del caos que mora en los fractales
y descubre en los números la magia
que un rostro definido le daría.

El hombre, cuando duerme,
se coloca una máscara
para sentirse alguien.

Pero al despertar
de nuevo vuelve a ser hombre sin rostro
y acepta su locura
con lágrimas de exilio...


Ana Muela Sopeña

8 comentarios:

carlos perrotti dijo...

Impresionante, Ana. No tengo otra manera de calificarlo. Desde la euforia que me causa... Creaste un personaje, además.

Abrazo admirado.

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, Carlos:

Veo que has captado el mensaje escondido de estos versos.

Un beso enorme

Albada Dos dijo...

Sin rostro, es un tipo el que retratas que soñando es quien es. Inquietante en la noche, en medio de su ciudad gris.

Un abrazo y lunes bonito

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias por tus apreciaciones.

Un beso grande

Fackel dijo...

Hay muchos hombres sin rostro incluso con máscaras, y no precisamente en los sueños.

Ana Muela Sopeña dijo...

Desde luego, tienes toda la razón del mundo.

Un abrazo

Laura dijo...

Los hay sin rostro(s)
y los hay
que tienen demasiados.

¿Te digo a quien prefiero?... ¿o no hace falta?
😊
Besos Ana.

Ana Muela Sopeña dijo...

Jajaja... Laura... qué cosas tienes.

El que tiene muchos rostros es un camaleón, por tanto, seguramente un depredador emocional y social.

Pero eso ya es otro cantar...

Un beso grande
Gracias por venir