sábado, 1 de febrero de 2020

ROMANCE DE LA LOBA


La loba habita en el bosque,
desciende por precipicios,
por los huecos de la sombra
y no permite que el brillo
deshaga cada silencio.
La loba sabe del grito
que busca solo la herida
en el callejón del nido.
La loba escapa del miedo,
solo sabe del mutismo
que embarga todo su ser
en el centro del instinto.
La loba dibuja un rayo
que experimenta el abismo,
más allá de la belleza
seducida por el ritmo.
La loba abraza los sueños
las visiones de los niños,
el corazón de la infancia,
la transparencia del río.
La loba sabe plegarias
escondidas de los tiros
de cazadores nocturnos
que salen siempre furtivos.
La loba muere de pie,
sin rencor viaja hasta el limbo
y desde allí se levanta,
mece a la luna con hilo.


Ana Muela Sopeña



8 comentarios:

Fackel dijo...

Pero qué dices, menudo romance exquisito. Según lo leía me parecía retroceder a años de lecturas medievales, qué puedo decir sino que todo un logro.

Ana Muela Sopeña dijo...

Gracias, me alegra que te haya gustado este romance. Es algo onírico. La loba como animal de poder y habitante de los sueños...

Un abrazo de febrero

Albada Dos dijo...

Un romance muy bueno, de luna y loba, de loba y valentía.

Un abrazo y feliz domingo

Ana Muela Sopeña dijo...

Me alegra, Albada, que te guste el romance.

Un beso grande

Oncina dijo...

Me encanta este poema, el tema y la estructura elegida.
Un abrazo, Ana.



Te dejo un trocito de un romance mío sobre "El lobo" en vez de "La loba".




Tendré que saber por qué
no me importa lo más mínimo
el lobo que en la manada
lidera a golpe de brío.

Dame un lobo solitario
al que desangra el mordisco
de la última pelea
que le deparó el destino.

Ana Muela Sopeña dijo...

Muchas gracias, Valle, me alegra que te guste.

Precioso tu romance sobre el lobo. Me encantaría leerlo completo.

Un fuerte abrazo

Ceciely dijo...

Bellísimo romance de la loba que bien podría ser... una loba humana.
Pronto subiré tu poema, aunque no lleve tu misma foto.
Si cambias decisión, me avisas.
Un beso y abrazo enorme, deseando que todo vaya mejor.

Ana Muela Sopeña dijo...

Siempre es un placer verte entre mis versos, Ceciely.

Un beso grande