martes, 31 de marzo de 2020


ESPIRALES DE LOS NÚMEROS


Con esta luz fotónica
todo lo que pensamos
con la mente del sol es imparable.
Cada día aprendemos algo nuevo,
al tiempo que las nubes se divierten.

Terremotos de bruma en la conciencia
generan un motor
cuando el instinto cubre las heridas.

A veces la belleza es solo un nombre
tapado con la sombra de los muertos.

Turbias las espirales de los números,
tan solo por las noches hay espejos.

Gratitud en los sueños del amor,
guturales las voces de exterminio.

Timbas bajo la luna y sus fantasmas.

Amanece en los cuartos del silencio.

Tan blanca es la penumbra de la noche,
tan negras son las piezas de ajedrez.

Todo lo que sentimos es de  arena:
tememos lo que avanza imperturbable.


Ana Muela Sopeña

viernes, 27 de marzo de 2020


MAMUT


Gracias a la belleza de la magia
ahora, más que nunca, somos luz,
también como los ciervos en el mar
cuando el tiempo parece ser penumbra.

A veces, el instinto de las nubes
cambia sintonizando otras frecuencias:
a la noche, con lluvia y resonancia
grata como la sombra de un manzano.

Grúas en el paisaje de las cumbres,
tumbadas, para ser inspiración.

Caleidoscopios llenos de secretos,
tigres en la despensa y los balcones,
auroras presidiendo el nuevo mundo,
Tavistock en los sauces y en los cirros.

Cuando todo se anega en el silencio
a la vuelta de la esquina hay un mamut
cargado de las máscaras y guantes
con música, sonrisas, sin Pin/ochos.

Carillón de una iglesia en lejanía,
típicas las cortinas contra el humo.

Alumbramiento rápido del miedo,
trébol de la bondad bajo petróleo,
turbulentos los índices del Dow Jones.

Apocalipsis clave con spots,
a la comba saltamos con la rana,
Com-i-sión Tril-ate-ral bajo el colchón.

Cuando todo se calme lean "Boe"
acercando las letras a la herida
como delfines muertos en Feroe.

Tangos y gran milonga en los periódicos
cuando el aro parece ser horrible:
ahí está la "Puerta de Alcalá".

Caminamos a tientas por la cuerda,
gatos dentro de cajas y postales,
gula de los que tienen y son vips.

Grandes somos por fuera y por dentro.
Alrededor de Gaia sangre y voz,
gestos entrelazados con megáfonos.
Candor, velas y labios con jabón.
Tapices para el cambio de frecuencias.


Ana Muela Sopeña

martes, 24 de marzo de 2020


CUARENTENA


A pesar de la niebla hidroalcohólica
no existe nada en el mundo
que pueda separar a las personas.

Ni el jabón disuadirá a los que se aman
ni los cientocincuenta centímetros
de distancia obligatoria compasiva.

En mitad del discurso de la bruma
el núcleo esencial.

Más allá de los velos de la carne
 un telegrama herido.

He captado las palabras
y también los silencios.
He visto guantes negros
en los contenedores de la luz
y la sombra de un reino malogrado
por balcones y ventanas.

Oigo el canto del mirlo
y una moto que ruge
mientras mi puerta
se cierra sigilosa.

¿Somos el sueño del soñador
o el soñador del sueño?

¿Es (como decía Baudrillard) todo un simulacro
o una simulación?

En cualquier caso respira,
haz la sopa
y sonríe.
Sé amable siempre
y no te duermas...
que en otra dimensión
ya nos dormimos.

Basho inspira
luciérnaga en el bosque.
Bote de gel.


Ana Muela Sopeña




jueves, 19 de marzo de 2020


EL GATO DE SCHRÖDINGER


Un espacio de sol brota en la nube
en el tiempo sin tiempo de los astros.
En aquellos instantes
cuando mirábamos el mundo con asombro,
como dando por hecho
la libertad hiriente de la luz.
La bruma silenciosa
del mar con sus mareas.
El árbol solitario
atrapado entre cables telefónicos.
Dulce la primavera nos brindaba
la savia de la tierra
y su sabiduría mineral.

Luna que nos convoca a convertirnos
en los seres que reciben en su piel
el código de arena.

Las piedras que se esconden en la noche
esperan de nosotros las sílabas y nombres
para revertir
el horizonte de sucesos.

El gato de Schrödinger
que está vivo y muerto
en el mismo nodo atemporal.

Es una paradoja muy curiosa
que puede explicarnos sin excusas
nuestras contradicciones más atávicas.

Suena el sonido tenue de la brisa
y la lluvia del numen
que atraviesa sin grandes subterfugios
los columpios que lloran en la noche
y los toboganes adheridos
al sueño de la infancia.

En mitad de las sombras
un gato que no guarda cuarentena
nos mira con sus ojos luminosos.

Y luego recordamos que hubo un tiempo
de belleza perdida en el crepúsculo
y sin alteraciones en la línea.

Ahora estamos dentro de una caja
como el gato de Schrödinger.


Ana Muela Sopeña



martes, 17 de marzo de 2020


YO ME QUEDO EN CASA


Hoy puede ser un gran día.
Quedarse en casa.
Salir únicamente
para lo imprescindible.

No puedes ir al bar,
pero puedes chatear con los amigos.
Hablar por teléfono.
Escribir un e-mail o un SMS.
Incluso puedes
escribir una carta.
Envías y recibes muchos whatsapps.

Olvídate de dar largos paseos,
ya no puedes correr.

Pero puedes bailar por el pasillo,
volver a hacer gimnasia,
jugar con tus mascotas y tus hijos.

Este virus cabrón...
yo no puedo llamarlo Don Corona.
Es como darle fuerza y abolengo.

Es un pinche tirano.

Los virus disminuyen y se mueren
cuando te quedas quieto.

Quedarnos en casa.
Disminuir el riesgo de contagio.
Nadie nos da sus virus.
y tampoco nosotros
propagamos a otros la pandemia.

Cuando el miedo nos lleve de la mano
podemos liberarlo al recordar
que el ser humano siempre ha sido
un ser dispuesto a superarse.
Desde la prehistoria
ha convivido siempre
con virus y bacterias.

Somos los portadores de la antorcha
que comunica siempre las defensas
a nuestros leucocitos.

Linfocitos amantes de la lucha
en la primera línea,
fagocitando virus y bacterias.

Fuerza en la bruma
desintegrando todo lo perverso.
Sabiendo que la vida es siempre magia.

Basófilos amantes de la música,
que nos libera de infecciones.

Luna de escarcha
en los mares llenos de crepúsculos.
Con estrellas que cantan nuestros nombres.

Eosinófilos dispuestos
como los caballos de ajedrez.
Contra las alergias
que reducen nuestro campo de acción.

Una nube divina
antigua como el mundo de las formas
nos envuelve con lluvia de artemisa.

Monocitos preparados contra el cáncer,
regulando inmunidad
Contra sustancias extrañas.
Defendiendo nuestro cuerpo
contra determinadas infecciones.

Árbol de siglos
en la espera del clima del desierto.
Recordando un futuro sin orígenes.

Neutrófilos que ingieren microorganismos
y segregan enzimas
que los destruyen.

Asteroides abiertos a lo único
en mitad del asombro.
Ese que nos permite ser humanos
y regresar sin miedo a nuestra infancia.

Con este milagroso
ejército eficiente de la sangre
vamos a combatir a este perverso
sicario SARS-CoV-2.
Que ya está bien con ese mantra absurdo
de que tiene Corona.
Es el tiempo de todos
que unidos venceremos a este virus.
Y al final un abrazo victorioso
a todos los que amamos que son muchos.
Abrazos sin el Covid 19,
sumergido en los campos del destino,
quizás planificado. Quizás aleatorio.

Todo lo aleatorio es orquestado.
Todo lo preparado es puro azar.
Paradojas del tiempo de los astros.
Como en un laberinto
de espejos en penumbra.

Porque hay un equilibrio,
más allá del instinto sanguinario
de este "Coronavirus" sin corona,
que hay que destronarlo
cuanto antes...

Y juntos, sin demora,
veremos con pasión un nuevo día
con los rayos del alba...


Ana Muela Sopeña


-----

Lee mi poema Muñecos de origami publicado el 12 de marzo 2020:

http://www.laberintodelluvia.com/2020/03/munecos-de-origami.html?m=1

jueves, 12 de marzo de 2020


VACÍO PRIMORDIAL


Respiramos la vida
de la galaxia llena de misterios.
Conectamos con todos los enigmas
que habitan en los pulsos
de las estrellas ávidas de amor.
Somos los ciudadanos de los cuásares
que hace eones tomaron posiciones
entre los planetas con oxígeno.
Viajamos por los cúmulos abiertos
en la búsqueda última
de respuestas que acallen nuestra angustia.
Al límite del vértigo imploramos
por soluciones llenas de presagios.
En nebulosas arde nuestra fe,
esa que nos conecta con la infancia.
En las constelaciones
admiramos el orden
y la armonía suave
de un cosmos sin aristas.
Volamos en un viaje sideral
a través de satélites
y polvo de asteroides.

Nuestros cuerpos están hechos del quántum
de las enanas blancas.
Hay átomos de fuego en la conciencia
que nos llevan de nuevo
al punto del inicio.
Al Alfa y al Omega,
al principio del verbo y de los nombres,
cuando todo era éter
en el vacío primordial.

A veces olvidamos el origen
pero luego volvemos
a recorrer archivos
que nos impulsan siempre a trascender.

Nuestros cuerpos de luz
son diamantes encriptados en el tiempo
dispuestos a danzar con el tejido
de nuestra Vía Láctea.


Ana Muela Sopeña

CALLES VACÍAS


Lluvia de marzo,
la verdad de la niebla.
Calles vacías.


Ana Muela Sopeña

MUÑECOS DE ORIGAMI


Amanece con lluvia. En las ventanas todo es armonía. Hay mirlos en los árboles cantando. Mi recuerdo de ti va haciéndose difuso poco a poco. No comprendo el porqué de tu distancia. Parece que percibes solo hielo. Yo ya solo te capto como una gran herida de otro tiempo. El instinto me lleva por lugares atrapados en trenes de papel. Hay figuras de niebla teñidas por muñecos de origami. Algunos ya mencionan la infodemia. Un término acuñado hace unos días que define el tsunami de los medios que hablando sin cesar de una noticia saturan y condenan a la perplejidad más inquietante. A pesar de los números en realidad son pocos los que mueren. El tejido social ya se ha resquebrajado por el miedo. Ahora los famosos se contagian. También son susceptibles de esta pandemia absurda. En mitad de la bruma me pregunto si todo es un teatro para que los pequeños inversores abdiquen y se entreguen vendiendo sus acciones y China llegue a ser solo un peón. Mas la partida negra de ajedrez prosigue sin fisuras y todo nos lo quieren presentar como un azar sin trampa ni cartón. Sin embargo sabemos que ha sido diseñado para vestir la crisis con ropajes que parezcan producto aleatorio de un momento importante que atañe a la salud. El nuevo orden mundial ha comenzado, pero aún la movida no ha hecho más que empezar.


Ana Muela Sopeña

lunes, 9 de marzo de 2020


EN EL ESPACIO


Siete rosas azules
imantan las mañanas
envueltas en las nubes
tranquilas como el sol
en mitad de la lluvia.

Ocho olas de belleza
captan solo de los púlsares
halos llenos de pasión
ondeando en el espacio.

Cinco de estrellas
irradia fuego
nítido y cálido.
Caleidoscopio,
orbes de quántum.


Ana Muela Sopeña

ROSAS


La rosa de agua
en la mente del mundo.
Inspiración.

Rosa de fuego
sobre la tierra negra.
Una palabra.

Rosa de aire,
la música simbólica.
Un jeroglífico.

Rosa de tierra,
raíz del laberinto.
Caleidoscopio.


Ana Muela Sopeña

domingo, 8 de marzo de 2020


FRENTE AL MAR


Contemplo en el crepúsculo
el movimiento suave de las olas
que recuerda la calma de los quarks
dentro de la conciencia.

En mitad de la ruta
las nubes hacen gala de belleza,
mientras la espuma abraza la alegría
que duerme desde siempre en nuestros iris.

Una gaviota vuela melancólica
y avisa de tormentas
al tiempo que el salitre
nos sumerge en la onda del milagro.

Los tonos que se trazan
en el horizonte de la sombra
nos llevan de la mano por espacios
de libertad y asombro universal.

La quietud nos inunda por completo
y la luz más arcaica nos permite
equilibrar el aire
con la respiración del gran latido.


Ana Muela Sopeña

LA NOCHE DE WALPURGIS



La mujer invisible se hizo bruma
en mitad de la niebla existencial,
mientras las ambulancias
sonaban en la noche de Walpurgis.
Todo lo que pasaba
en la ciudad
era una pesadilla
de película,
al tiempo que las horas
y los días
sentenciaban a gente
vulnerable.
Los hombres en los sueños esperaban
una ayuda del cielo o de los ángeles,
mas de pronto cambiaron protocolos
y el mundo recobró su melodía.


Ana Muela Sopeña

sábado, 7 de marzo de 2020


DICCIONARIO DE LA NIEBLA


La niebla no nos deja ver el bosque,
aunque los árboles también se han despertado.

Entre la bruma de noticias contrapuestas:
palabras esenciales.

Lo invisible aparece
como los chemtrails en las nubes del crepúsculo.

En las tardes, con los números ardientes,
la polución se olvida en la quimera.

Pánico en nuestras calles mientras la gente muere,
porque la vida nunca fue una bagatela.

El smog se asemeja a los perversos
que estructuran quién vive y quién fallece
en su historia inventada de cuento de terror.


Ana Muela Sopeña

jueves, 5 de marzo de 2020


POSIBILIDADES INFINITAS


La noche me presenta en su silencio
el susurro de un mundo traicionado.

Todo lo que las horas
abrazan en mi cuerpo
me lleva por las grietas de la infancia.

A lo lejos escucho los sonidos
de un camión despistado.

Los coches en su sueño
parecen acechar a lo real.

Lo oculto en los portales anuncia entre la niebla
las posibilidades infinitas.

Las huellas de los parques
se han quedado desnudas
mientras el viento arrasa lo que toca.

Hay una luz herida
en las farolas solitarias.

A través de los tonos de un grifo que gotea
percibo el movimiento del vacío.

En la calle el mutismo es un presagio
del alba con su luz evanescente.

Hay un hombre que duerme en un cajero.

La oscuridad retrata la pobreza
a través de "los sin techo".

Una jornada más para dar gracias
por el gran privilegio de vivir
en una casa cálida
con puertas y ventanas...


Ana Muela Sopeña

miércoles, 4 de marzo de 2020


EN CLAVE DE SILENCIO


Mientras la realidad nos condiciona
y nos lleva por campos
de indefensión aprendida...

tus palabras me hacen retornar
a la visión primera de las cosas.

Las noticias parecen salmodias.
Todo el rato es lo mismo.
Qué pesados se ponen con los números.

Al mismo tiempo noto
tu protección en clave de silencio.

Estamos rodeados
en esta realidad alucinante,

pero sonríes para mí y eso me salva.
Respiramos al unísono
de la incertidumbre del mañana.

El caos avanza un poco y retrocede.
Esto se va pareciendo
al guion de una película de serie B.

Pero sentimos el milagro de estar vivos
y recordamos que el instante nos protege
de este humo denso y frío que asciende por las calles.


Ana Muela Sopeña

martes, 3 de marzo de 2020


MUJER DE LOS PÚLSARES


Atrévete a danzar entre los púlsares
de la nebulosa más perfecta
de tu visión onírica.

No te victimices, ponte en pie.
La realidad es solo un software.

Existes como función matemática
en una alucinante
simulación virtual
de la mente de un artista de la computación
o de un hacker aficionado a los troyanos.

Tu ecuación inicial
era de creación no de venganza.

Viaja por el espacio interestelar
y disfruta del baile de tus sueños
en el despertar de la conciencia
de cúmulos abiertos al azar.

Los bosones de Higgs
son tus aliados.
No llores más por cosas sin remedio.

Jamás has comprendido
que la soledad es solo ruido
implantado en tu genoma esencial.

Nunca estuviste sola
Compartes el lenguaje de los estrellas blancas,
los gestos del amor con otros animales,
los átomos más íntimos
con la materia original del universo.

Eres el gran instante
de la gran explosión.

Existes como proyecto
desde el Big Bang.

Deja de comportarte como muerta viviente
y asume que naciste para ser
la mujer de los púlsares.

Porque tú lo elegiste.

Nadie te obligó a desempeñar
el papel de guardiana
en los tiempos caóticos.

Esto que está ocurriendo
es un teatro diseñado hace ya tiempo.
La matrix te responde,
te respira despacio en sus engranajes
de acero inoxidable.

Nada puede parar tu evolución.

Nadie puede frenar tu aprendizaje.

Todo es una aventura donde tú
eres protagonista de la historia,
esa que nos dijeron que era absurda,
con listas  aburridas
de eventos con sus guerras y sus crisis.

Ahora es el momento
de abrirse a las verdades
ocultas en archivos encriptados.

Eres sin duda la mujer de fuego,
enlazadora de mundos
lunares y galácticos
con un dragón solar por compañero,
mientras el mundo cambia a cada instante.

Solo tú puedes ser lo que imagines.
En esta realidad tienes opciones.

En la otra, la del futuro oscuro y subterráneo,
estás muerta hace años o hace eones.

Nada de lo que ves es realidad.
Todo es una ilusión.
Tienes percepciones distorsionadas.

Salta de tu sofá, sal de tu zona de confort
donde tiempo y espacio
sean lianas
que aten sin tardar
tu desnudez de números y quarks
con tu capacidad de inventar otras rutas
hacia otras dimensiones...


Ana Muela Sopeña

HOMBRE DE LOS CUÁSARES


Cabalga por los cuásares
de la galaxia preferida de tus sueños.

Deja de lamentarte por tu suerte.
La realidad es solo un holograma.

Existes como un número
en una fabulosa
simulación de grado porcentual
de la mente de un dios desconocido
o de un programador
que ha sido hackeado por un virus.

Mas tu programa cero
era de libertad no esclavitud.

Viaja por el espacio sideral
y disfruta del baile de tu vida
en el despertar de la conciencia,
en cúmulos abiertos al destino.

Acurrúcate en los quarks
y deja de llorar porque estás solo.

Jamás has comprendido
que la soledad es solo humo
adherido a tu código genético.

Nunca estuviste solo...

Compartes el lenguaje de los astros,
los gestos del amor con los primates,
los átomos más íntimos
con las estrellas rojas.

Eres el gran momento
de la fuerza impulsora universal.

Una pequeña parte del Big Bang.

Deja de comportarte como un zombi
y asume que naciste para ser
el hombre de los cuásares.
Porque tú lo elegiste.

Nadie te obligó a desempeñar
el papel de guardián
en los tiempos convulsos.

Esto que está ocurriendo
es la biblia de un guion de una película.
La matrix te responde,
te respira en sus tubos de aluminio.

Nada puede parar tu evolución.

Nadie puede frenar tu aprendizaje.

Todo es una aventura donde tú
eres protagonista de la historia,
esa que nos dijeron que era absurda,
con listas  aburridas
de reyes y batallas.

Ahora es el momento
de abrirse a las verdades
ocultas en archivos encriptados.

Eres el caminante de los cielos
espectral y magnético
con un dragón de fuego por amigo,
mientras el mundo cambia a cada instante.

Solo tú puedes ser lo que decidas.
En esta realidad tienes opciones.

En la otra, la del futuro oscuro y subterráneo,
estás muerto hace años o hace eones.

Nada de lo que ves es realidad.
Todo es una ilusión de tus sentidos.

Salta de tu sillón al ring del mundo
donde tiempo y espacio sean cuerdas
que anuden sin demora
tu desnudez de letras y bariones
con tu fuerza creadora de galaxias.


Ana Muela Sopeña

DICCIONARIO DEL HUMO


El humo que se eleva en la distancia
no permite saber si es el origen.

En las cenizas del imperio subrepticio
hay un código rojo
invisible en los cuerpos
atravesados por el pánico a lo último.

La calima del espacio subterráneo
se parece al obstáculo esencial.

Percibo las cortinas en cuentos infantiles
para soñar lo que otros sueñan por nosotros.

Las señales se extienden a lo lejos
en los montes sagrados de los Atlas,
mientras un S.O.S. se detecta.


Ana Muela Sopeña

domingo, 1 de marzo de 2020


REVELACIÓN


Entre
las
sombras,
la
belleza
olvidada.
Revelación.


Ana Muela Sopeña

PIEL DE LOS NAUFRAGIOS


Contemplamos la luna
en la sombra que mana de la herida
por las aceras silenciosas.

Una luz transformada por el sueño
entreteje la niebla con la noche.

Divisamos farolas en la visión oscura,
mientras la lluvia nos seduce.
Un parque abandonado en la nostalgia
nos muestra los columpios infantiles.

La bruma nos permite sumergirnos
en las calles amadas por el tiempo.

Los suburbios tan sórdidos
nos invitan a hacernos invisibles
bajo los portales temerosos.

Deambulamos sin rumbo
por avenidas llenas de pasión.
En mitad del invierno los árboles nos miran
con sus ramas envueltas en hechizos.

Atravesamos juntos
la melancolía cotidiana
y la sonrisa de las nubes.

No olvidamos la piel de los naufragios
mientras el miedo avanza por el mundo.


Ana Muela Sopeña